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jueves, 31 de enero de 2019

"Big little lies" by Liane Moriarty




Una de las tantas cosas que no te cuentan antes de tener hijos, es que invariablemente conocerás, pertenecerás o te inducirán a unirte a un grupo de mamás de niños con edades similares a los tuyos. Aparentemente esto suena inofensivo ¡pero no es así! ya que hay de grupos a grupos. Existen por ejemplo, aquellas mamás radicales que forman un tipo de secta donde quieren adoctrinarte sobre la forma en la que educas, alimentas y vistes a tus hijos; están en contra de las vacunas, de las medicinas, de las cesáreas, la fórmula infantil… en pocas palabras de la modernidad, total antes los niños se curaban con hierbitas (sí, y si llegaban a los 3 años era un triunfo). Hay otras que son las mamás “organizadoras” que tienen algún complejo de superioridad y les encanta mandar y dirigir hasta actividades escolares que no les corresponden. Están las mamás “hippies” que sólo dan a sus hijos comida orgánica, libre de gluten, sin azúcar, sin color, sin sabor y que te quieren mandar a la hoguera si ven que tus hijos comen dulces o comida chatarra (y en mi humilde opinión, yo creo que ni muy muy, ni tan tan). También encontramos a las mamás “modelo” dedicadas al 100% a sus hijos, abnegadas, que no pierden aparentemente la calma, y que su vida es perfecta (estas son las más peligrosas, porque no es posible que sean humanas. Aléjese inmediatamente de ellas si las ve). Habemos las mamás que medio trabajamos, medio cuidamos a nuestros hijos, medio hacemos ejercicio, medio escribimos un blog, y medio sobrevivimos al final del día (si conoce una así y le ve la cara de cansancio o preocupación, dele un abrazo, a veces es lo que hace falta). Pero bueno, no todo es tan malo, gracias a esos grupos también conoces a mamás con las que puedes compartir tus dramas y que no te juzgan, por el contrario, te entienden, te ayudan y comprenden que aunque ames a tus hijos y des la vida por ellos, hay veces en las que quisieras tener tu capa de invisibilidad y desaparecer al menos por unos minutos.

¿Y todo ese rollo qué? No, no se equivocó de blog estimado lector, no cambié mis reseñas por un blog de maternidad o educación de chilpayates, lo que pasa es que todo esto que le acabo de contar, sirve de antecedente para la reseña del libro.

Jane, es una joven de 24 años con un hijo de 5 llamado Ziggy. Son nuevos en la ciudad y se dirigen a un “curso de inducción” en la nueva escuela a la que ingresará Ziggy.

Madeline, es una mujer joven también de 40 años (jejejeje), quien conoce a Jane de forma fortuita de camino a la escuela, ya que su hija Chloe también asistiría al mismo curso. Madeline tuvo un accidente en el camino y Jane sin conocerla la ayudó. Madeline cumplía 40 años ese día por lo que para festejar, iría a desayunar con su amiga Celeste, la cual tiene unos gemelos de la misma edad que Chloe y Ziggy: Max y Josh, por lo que en agradecimiento a la ayuda brindada, invitó a Jane a que las acompañara.

Durante ese desayuno, Madeline aprovechó para contarle a Jane sobre el grupo de mamás que existían en la escuela (le digo, que esto es universal), las organizadoras, las mamás ejecutivas, etc. Al terminar su festejo, las tres mamás se dirigieron a la escuela a recoger a sus hijos. Para Jane, conocer a Madeline y Celeste el mismo día que su hijo entraba a la nueva escuela había sido muy afortunado y pensaba que al final de cuentas, el cambio de ciudad había sido benéfico para ella y para Ziggy.

Peeeero, cuando salían todos los niños de su salón, Amabella, una niña super dotada y consentida por su mamá Renata, quien además se jactaba de ser una ejecutiva de alto rango y que podía darse el lujo de tener a una niñera importada directamente de Francia, se quejó porque aparentemente un niño había tratado de ahorcarla (¡Óigame nooo, la ahorcó! jajaja no lo pude resistir). La mamá toda furiosa se fue a quejar con la maestra quien puso a todos los niños en fila para que Amabella indicara quién le había hecho daño. Un tanto dudosa, y ante la mirada de todos los papás, señaló a Ziggy como el presunto culpable.

A Jane se le fue el color de la cara y quedó estupefacta porque sabía que Ziggy no era capaz de causar ese daño sobre todo a una niña que acababa de conocer. Renata toda furibunda le exigió a su hijo que le ofreciera una disculpa a Amabella, a lo que Ziggy se negó ya que él era inocente.

Desde ese momento, Jane y su hijo quedaron “marcados” ante los demás papás, quienes llegaron prohibir a sus críos que jugaran con Ziggy. Madeline y Celeste sabiendo lo pretenciosas y molestas que podían llegar a ser las mamás de la escuela, acogieron a Jane y a Ziggy y los defendieron de las habladurías.

Aparentemente la historia es un tanto común basada en conflictos escolares/familiares… pero no es así. Recuerde mi apreciable lector lo que siempre le digo, no todo es lo que parece. Todos tenemos trapitos que tratamos de esconder en lo más profundo de nuestro closet, a veces sin suerte.

Para no hacerles el cuento largo, durante todo el libro, se habla de un asesinato que llevó a cabo durante un evento escolar. Pero sólo hasta el final se sabe, quién es el difunto y quién el asesino…

Me gustó el libro, me sentí identificada con el ambiente a veces hostil que puede generarse entre las mamás de la escuela, y además, la historia cuenta con esos giros que me encantan.

Mi calificación subjetiva:



"La ciudad desolada" por Ransom Riggs



No bueeeno, ahora entiendo por qué tuve tanto tiempo este libro en el buró junto a mi cama. Algo me decía que no lo leyera, que no le invirtiera tiempo, que había mejores libros por leer, pero no mi estimado lector, mi deber con usted y con el mundo es leer las obras que se presentan en mi camino aunque esto implique una tortura (¡Sí, hablo de tu 1Q84 Murakami!).

Este es el clásico libro que crean los autores para prolongar su historia lo más que puedan, pero que si uno no lo lee, no pasa nada. Es como en la serie de “Crepúsculo” (Sí, leí todos los libros disculpe usted), donde podemos omitir “Luna Nueva” y “Eclipse” y entender perfectamente la historia al leer “Amanecer”.

Pero bueno, una vez que me desahogué con usted mi apreciable lector, le cuento de qué trata (ADVERTENCIA: si no ha leído “El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares” o no vio la película, no tiene caso que se quede en este post porque no tendrá los antecedentes de la historia).

El primer libro de la serie “El hogar de Miss Peregrine…” termina con la persecución de los niños peculiares por parte de los Wights, quienes recordemos son una especie de seres humanos que están a la caza del alma de los peculiares para que los “huecos” las consuman. Su bucle en el tiempo había sido invadido así que no podían regresar a él, por lo que tuvieron que huir de la isla hacia tierra firme y para colmo de males, con Miss Peregrine convertida en un ave.

La historia se sitúa justo en la época en la que se encontraba en pleno apogeo la II Guerra Mundial, por lo que además de cuidarse de los malhechores, debían tener cuidado que no les cayera una bomba. Al llegar a tierra firme después de una accidentada travesía, lo único que pudieron rescatar de sus pertenencias fue un libro de cuentos de historias peculiares, el cual creían que no iba a servir de mucho. Sin embargo, Miss Peregrine aún en forma de ave, les insistió en que leyeran uno de ellos, el cual trataba de un gigante de piedra y animales que hablaban.

Exhaustos y sin saber qué hacer, decidieron emprender su camino hacia Londres, ya que creían que podían encontrar otro bucle o a alguna Ymbryne que les ayudara a regresar a Miss Peregrine a su forma humana.

Durante el camino encontraron una piedra similar a la que se mencionaba en el cuento del gigante, por lo que decidieron acercarse e investigar más. Para su sorpresa, encontraron la entrada a un bucle que los transportó a otra época y donde hallaron a animales que hablaban… sí, como en el cuento.

Sin embargo, Miss Wren, la Ymbryne de ese bucle había tenido que huir por lo que los animales les aconsejaron continuar su camino a Londres, de preferencia en algún otro medio más eficaz como el tren.

Después de una serie de vicisitudes, como ser encerrados por gitanos y casi ser capturados por los malosos, pudieron llegar a una Londres devastada por la guerra. Siguiendo las instrucciones de Miss Peregrine y leyendo los cuentos, pudieron encontrar otros bucles y a otros niños peculiares.

Y así continúa la historia con la búsqueda de Miss Wren… lo más interesante y revelador del libro sucede en las últimas páginas, y sólo nos emocionan para dejarnos en ascuas y así obligarnos a leer el tercer y último (a Dios gracias) libro de la serie.

Como mencionaba con anterioridad, no me gustó tanto este libro como el primero, pero ahora voy a tener que leer el tercero para saber en qué termina todo el show.

Mi calificación subjetiva:



miércoles, 30 de enero de 2019

"Becoming" by Michelle Obama




¿Sabía usted mi querido lector que Michelle Obama odiaba la política? (No sé si la odiaba tal cual, pero definitivamente no era de su agrado), o que ¿Era de orígenes humildes? Pues yo no lo sabía hasta que leí su libro.

Lo que me gusta de este tipo de autobiografías es que nos permite conocer el trasfondo de los protagonistas más allá de lo que llegamos a ver o creemos saber y que explica las decisiones o actitudes tomadas por ellos.

La historia de Michelle se me hace muy inspiradora y no tanto porque haya tenido situaciones extraordinarias o fuera de lo común, sino por el contrario, el hecho que viviera en una familia nada “acomodada” pero regidos bajo el principio de sus papás de siempre priorizar el desarrollo y educación de ella y su hermano, fue que pudo cumplir su papel de primera dama del país más poderoso del mundo de forma excepcional.

Michelle vivía con sus papás y su hermano en el lado sur de Chicago (una zona no muy “nice” que digamos). No contaban con una casa propia, sino que compartían la casa con unos tíos, los cuales vivían en la parte de abajo donde además su tía daba clases de piano y Michelle también se convirtió en su alumna.

Uno de los primeros recuerdos de Michelle sobre la importancia de perseverar en la vida se remonta a sus años en el Kinder, cuando realizó una actividad que consistía en que su maestra le mostraba tarjetas y ella debía de nombrar el color de cada una. A Michelle se le dificultó pronunciar “White” y esto la frustró mucho, lo cual hizo que practicara y le pidiera a la maestra nuevamente que le preguntara los colores para demostrarle que esta vez lo podía hacer de manera correcta.

Por sus calificaciones pudo asistir a una escuela de estudiantes “dotados” lo cual le permitió desarrollarse personalmente y ampliar sus oportunidades de ingreso a la Universidad. Cuando ella manifestó su intención de aplicar a Princeton, uno de sus maestros le dijo que no aspirara a tanto, y como lo demostró desde el Kinder, esto en vez de frustrarla la impulsó a trabajar más arduo para lograr su ingreso a dicha Universidad.

Y bueno, no sólo terminó sus estudios en Princeton, sino que después ingresó a la escuela de Derecho de nada más y nada menos que Harvard (¡toma eso profesor “malora”!)

Ya graduada, regresó a trabajar a un despacho importante en Chicago. Fue aquí donde conoció a Barack cuando éste realizó un internado durante un verano en ese trabajo. Barack era más grande que Michelle, sin embargo, al culminar sus estudios en Columbia, no ingresó de manera inmediata a la escuela de derecho de Harvard, sino que decidió trabajar en organizaciones comunitarias en Chicago.

A esas alturas, Michelle ya era una mujer exitosa, pero sentía que su trabajo no le llenaba ya que pensaba no aportaba mucho a la sociedad, y aunque pensaba en renunciar así como así, su mamá sabiamente le dijo que “Primero hiciera dinero, y luego buscara la felicidad”( porque quien haya dicho que el dinero no crea la felicidad, nunca le ha faltado jeje).

Por tal razón, reflexionó sobre el rumbo que quería darle a su vida y comenzó a mandar su CV a asociaciones, organizaciones sin fines de lucro, etc., donde ella creería que podía dejar huella.

A la par, Barack se gradúa de Harvard y es buscado por grandes despachos de abogados, pero él se inclina por trabajos donde su labor pueda impactar de manera positiva a su comunidad.

Poco a poco Barack es conocido por su trabajo hasta que es propuesto para ocupar cargos de elección popular, lo cual hace que aunque ya casados, vea a Michelle sólo pocos días ya que ella trabaja en Chicago, y él en Springfield.

Y así, Michelle relata las vicisitudes que vivió al ingresar a las ligas mayores de la política estadounidense y de cómo trató en todo momento de encontrar el equilibrio fungir como primera dama de los Estados Unidos por 8 años y el ser mamá de dos hijas.

Me gustó el libro, en especial una anécdota donde relata que en su escuela se estaba organizando un viaje a París, pero ella conociendo la situación económica de su familia, ni siquiera le contó a sus papás. Sin embargo, su mamá se enteró del viaje y le recordó que la prioridad de ella y de su papá siempre habían sido sus hijos, así que preparara sus maletas porque se iba a Francia.

Lo que no me gustó del libro es que siento que ciertas historias las dejaba inconclusas y que se perdía la hilación entre algunos temas. Aún así le doy 4 estrellas.





viernes, 11 de enero de 2019

10 Librerías en Nueva York que todo adicto a los libros debe visitar.




Y como lo prometido es deuda, aquí una reseña de las librerías que visité en mi último viaje a la Gran Manzana.

Para empezar, debo comentarles que revisé múltiples listas de las librerías más emblemáticas en Nueva York. Aquellas que coincidían en la mayoría de ellas y que también me llamaron la atención fueron las que decidí visitar. Para ello, revisé su ubicación en el mapa, y en mi hoja de planeación de Excel (aunque a mi amiga Ale le dé risa jejeje), fui agrupándolas por zonas para aprovechar la visita. 


1.- Barnes & Noble




La primera librería que visité fue Barnes & Noble en la Quinta Avenida. Definitivamente el paraíso de todos los bookworms, y aunque es parte de una cadena grande de librerías a lo largo del país, eso no le quita el encanto al recorrer sus múltiples pisos, su cafetería, y perderse entre sus pasillos (por alguna extraña razón no tomé fotos de su interior, yo creo que estaba muy emocionada). 

Lo que no me gustó fue que aunque había empleados de la librería deambulando por ella, cuando les preguntabas por un libro te decían que fueras directamente al módulo de atención a clientes, que estaba en la planta baja y que las veces que pasé estaba atendido sólo por una persona y siempre estaba ocupada. Creo que algo tan simple como remitirte a determinado pasillo para encontrar el libro que buscas no debería requerir de tanto tiempo, o tal vez sólo fue la flojera de la persona que me atendió, no lo sé. 

Otra cosa que me llamó la atención fue ver a la gente sentada en los pasillos leyendo los libros... no digo que esté mal, sólo que no estoy segura que aquí en México pueda plantarme en algún pasillo de Gandhi a leer un libro sin comprarlo. Cuestión de enfoques y cultura.


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(Esta foto no la tomé yo como se puede apreciar)

Ubicada en la zona donde se localiza el edificio Flatiron, la librería Rizzoli (la más bonita de New York como se autonombra) se enfoca en libros dedicados a la fotografía, al arte, diseño, arquitectura, aunque también hay libros para nosotros los mortales.

La librería SÍ está muy bonita, aunque cuando yo fui casi no había gente, lo cual es hasta cierto punto lógico creo yo por el tipo de libros que venden, pero para los amantes de las artes gráficas como mi amiga Lix que es arquitecta, estarán encantados en ella.














 3.- Argosy Book Store

La siguiente librería que visité fue Argosy Book Store ubicada en la 59th Street, a una calle de Bloomingdale's, la cual está especializada en libros antiguos y raros... y sí, cuando entras huele a "vintage" por así decirlo.

La librería tiene muchos mapas, autógrafos, pósters y definitivamente si uno busca adecuadamente, encontrará algún tesoro escondido entre sus pasillos. 
Cabe señalar que el ambiente es más de biblioteca porque todo está en silencio, sólo había una persona dentro de la librería cuando yo entré y se encontraba haciendo algunos apuntes o trabajando en algún proyecto. 

Si lo suyo son las antigüedades o los libros raros, este definitivamente es el lugar.






















Visité la sucursal de Amazon Books ubicada en Columbus Circle. Como muchas veces lo he mencionado (y si ha leído mi blog ya lo sabe), AMO AMAZON, punto, y aunque en su librería no cuentan obviamente con toooodo el catálogo que manejan en línea, sí tienen una muestra bastante representativa de éste y sobre todo de los libros más populares.

Lo que me gustó es la forma en la que están acomodados los libros, tipo listas de Goodreads o de Bookbub, lo cual le da un enfoque más dinámico a mi parecer.









Esta librería no estaba dentro de mi lista, así que llegué a ella por pura suerte. Paseando por Chelsea Market y después de comer un delicioso desayuno en Sarabeth's, vi un letrero en neón que decía "Books", por lo que ni tarda ni perezosa me dirigí hacia el lugar.

Si bien el local está muy bonito, creo que no destacan tanto los libros como lo hacen otros artículos, ya que venden agendas, juguetes, calendarios, chacharitas de papelería y oficina (que también me encantan).

               












Marc Jacobs, el famoso diseñador de moda, abrió esta librería en Bleeker Street, una calle que se ubica en West Village y que se ha vuelto "trendy" por los diseñadores reconocidos que ahí han abierto sus tiendas.

La librería es muy pequeña, está enfocada en fotografía, artistas, música, cultura popular, etc. Los chavos que la atienden son hipsters que te ven con cara de: "Bueno, ¿vas a comprar algo o qué?", y pues no, como no iba a comprar nada, sólo le tomé una que otra foto porque me sentía vigilada y me salí.

Pero bueno, si le pasa lo mismo cuando vaya, no todo está perdido, enfrente de la librería se ubica la pastelería "Magnolia Bakery" que se volvió famosa por haber aparecido en un episodio de "Sex and the City", así que puede quitarse el sabor amargo de boca con un rico aunque caro cupcake.














Definitivamente esta librería ubicada en Greenwich Village, es de las que más me gustó. Está especializada en libros y guías de viaje (aunque también maneja libros de otro género). Al interior tienen salones donde dan clases de idiomas, (o sea, planeas tu viaje, compras tu guía y aprendes el idioma del país que visitarás en un solo lugar).













Me gustó que tienen acomodadas las guías por país o región e intercalado entre ellas, ubican un libro de un autor originario de ese lugar, vgr.: Chile, Isabel Allende.


Otra cosa que me encantó fue que colocan notas escritas a mano dentro de los libros exhibidos a modo de recomendación.





No me pude resistir y me compré este libro que me llamó la atención:


Cuando lo lea, les paso el tip de cómo encontrar el amor en una librería :D


También ubicada en Greewnwich Village, esta librería aunque pequeña, cumple definitivamente con su objetivo como lo menciona en su web site:

"Three Lives is our living room, and a living place. It is a work in progress. We (the store and our customers) have grown up and evolved together. People come here to see and buy what we consider to be some of the best books available today. They also come to discuss books, culture, and events of the moment. They meet for a sense of community in times of national tragedy and personal celebration. Intrinsically, books extend a graciousness that provokes discourse".


Mientras recorría la librería, llegó una señora a pedirle una recomendación de un libro al encargado, y él que se ve súper "leído y escribido" como dicen en mi pueblo, le dio varias opciones, recordándole el género y la temática de los libros que anteriormente ya había leído (o sea, la señora era clienta asidua) y ese "sentido de comunidad" creo que la hace definitivamente muy especial.













(Esta foto tampoco la tomé yo jeje)

McNally Jackson es una librería medio hipster ubicada en SoHo. (A la vuelta está una sucursal de Georgetown Cupcake por si quiere continuar el tour librerías + cupcakes jeje). Cuenta con una cafetería dentro de sus instalaciones y como yo fui a finales de Octubre, tenían en su aparador una ofrenda dedicada a escritores.













Cuenta con 2 pisos y aquí también encontré a gente leyendo muy quitada de la pena sentada en los pasillos. Mi error fue no acudir a la sucursal de esta librería en Williamsburg en Brooklyn donde según las malas lenguas, está más acogedor el lugar.

Por cierto a esta librería acudió personalmente hace unos años Taylor Swift para abastecer su biblioteca personal (supongo yo).


Taylor Swift exits McNally Jackson (Pacific Coast News)

10.- Strand







¡Y por último pero no menos importante se encuentra Strand, con sus 18 millas de libros! Se ubica en la calle Broadway a unas cuadras de Union Square. Es impresionante ver la cantidad de libros que poseen (yo supongo que sí es cierto su slogan de las 18 millas). Esta librería es de las pocas, si no es que la única que sobrevive a esa zona donde antes abundaba ese tipo de negocios. Aquí sí hay muuuucha gente y encuentras de todo, desde los géneros "normales", hasta aquellos medio extraños como brujería y cosas esotéricas. Libros nuevos, usados, primeras ediciones, libros raros, de tooodo hay aquí. A la entrada de la librería se ubica el remate de libros, con precios desde 1 dólar.












Como pueden observar en las fotos, las instalaciones no son tan "nice" como Barnes & Noble porque parece una bodega, pero eso no le quita que también sea el paraíso de los bookworms.

Aunado a su amplia colección de libros, pueden encontrar souvenirs de la tienda (yo me compré una bonita bolsa tipo lapicera), y demás chunchitas relativas al mundo de los lectores.










Y bueno, ¿qué me dejó este recorrido que hice de las librerías en NY aparte de mucha emoción? Respeto por muchas de ellas que son independientes y que han salido adelante a pesar del auge del comercio online; admiración también por la cultura lectora que prevalece en NY ya que aunque mi intención de visitarlas también era hacerme de ideas para en un futuro no muy lejano, abrir mi librería, va a ser difícil extrapolar ese gusto por los libros y la lectura a estos lares que puedan asegurar que un negocio de ese giro sea rentable; y por último: determinación para regresar y visitar más librerías tal vez ahora en Brooklyn o en algún otro condado de Nueva York (Todas las librerías que visité se localizan en Manhattan).

Por último, y aquí la parte triste de la historia, es que aunque visité muchas librerías y sí, debo confesar, adquirí algunos libros, con el tipo de cambio actual NO CONVIENE comprar libros en Estados Unidos. Un ejemplo, vi el libro de Reese Witherspoon "Whiskey in a teacup" y estuve a puuuunto de comprarlo, pero, haciendo mis cuentas me costaba aproximadamente $800, y eso dependiendo del tipo de cambio que determinara el banco de la tarjeta de crédito que usaría para adquirirlo (porque mi efectivo estaba reservado para mis comidas). Entonces, hubo una pelea entre mi ángel y mi demonio por la compra de ese libro, hasta que el ángel dijo "NO", ya que además de su precio, es un libro grande y pesado y hay que cargarlo todavía de regreso hasta México. Gracias a que escuché a mi parte racional del cerebro, no lo compré y no me arrepentí de ello, porque luego me lo trajo Santa Claus que lo encontró en Amazon en $450 ¿Ven por qué AMO AMAZON?

A menos que encuentren una muuuy buena oferta, o sea un libro que de plano no lo van a encontrar por sus rumbos, mi parte racional les diría NO LO COMPREN. Aunque la parte emocional les aconsejaría que es un recuerdo de Nueva York, y que si lo compraron en Strand, McNally Jackson o en alguna otra librería, la bonita bolsa en la que se los entregan vale la pena jejeje.

Para mí Nueva York es mágico, y conocerlo ahora a través de sus librerías lo hizo aún más especial.

Saludos

Geri