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lunes, 13 de junio de 2016

"Cartas Cruzadas" por Mark Zusak


Y seguimos cual conejito de Energizer, lee y lee y lee y lee, tratando de ponernos al corriente con usted amable lector, que espera con ansias las reseñas de este blog... (si no me echo porras, ¿Quién?)

Este libro me lo regaló mi amiga Gissel en Navidad, y lo pedí como regalo de intercambio, porque es del mismo autor que escribió la "Ladrona de libros", que dicho sea de paso, no leí, sólo vi la película (Shame on me!); además de eso, la portada me llamó la atención porque según yo parecía un taxi de NY y como ustedes sabrán es una de mis ciudades favoritas (desbancada del número 1 por Londres). 

Y pues no, la historia no se sitúa en NY, de hecho, no queda claro bien en dónde, aparentemente es en Australia, pero no se lo puedo asegurar al 100%. Pero bueno, basta de vaguedades y vayamos directo al grano.

Ed Kennedy es un chico de 19 años, cuyo mérito más grande hasta el momento ha sido mentir sobre su edad para que lo aceptaran como conductor de taxi. Vive solo con su perro "Doorman" y en su tiempo libre juega cartas con sus amigos. Es la oveja negra de su familia, ya que tiene un hermano mayor que estudia en la Universidad y otras dos hermanas que ya formaron su propia familia, y él... Sólo es Ed.

La historia monótona y aburrida de Ed cambia cuando por cuestiones del destino, se ve involucrado en la captura de un ladrón de bancos. Días después, recibe un As de diamantes en su casa, el cual contiene 3 direcciones con una hora marcada en cada una. Ed, como no tiene mucho qué hacer decide acudir a los lugares en el horario que le indican en el naipe. En una de esas direcciones, se encuentra a una señora mayor quien pasaba sus tardes viendo la televisión, sin ninguna compañía. En otra, encuentra a una chica que sale todas las mañanas a correr descalza, y por último, pero no menos importante, Ed es testigo de cómo llega cada noche el marido borracho a su casa y abusa de su mujer, mientras una niña (la cual supone es su hija) llora desconsolada en el porche esperando que termine ese martirio.

Después de ver esa escena tan grotesca que se repite cada noche, Ed sabe que el mensaje que le quieren hacer llegar a través del naipe es que haga algo para cambiarle la vida a esas personas. En los dos primeros casos, basta con un poco de compañía y apoyo para cambiar la perspectiva de la realidad de las involucradas, pero el tercer caso ya son palabras mayores... Al no decidir qué hacer con el marido borracho abusador, Ed recibe de forma anónima (así como recibió el naipe) una pistola, como para que ya no la piense mucho y actúe...

Y así, Ed va recibiendo el As de Tréboles, el de Picas y el de Corazones, cada uno con pistas un poco más complicadas sobre los casos que debe atender. También recibe visitas inesperadas de "amigos" que le recuerdan "amablemente" que no ha atendido correctamente alguna de las misiones que le han encargado. 

Conforme pasa el tiempo y Ed se vuelve el "Super héroe anónimo", le va encontrando otro sentido a su vida y cambia también la imagen que tenía de sí mismo. El miedo con el que constantemente vive es ¿Qué pasará cuando se terminen las cartas? ¿Me matarán? ¿Me contratarán como actor para trabajar en La Ley y el Orden?

El final... Yo creo que me quedó a deber, por lo menos esperaba algo más concreto, pero lo interesante de este libro es el mensaje que creo quiere transmitir, sobre cómo nosotros mismos nos ponemos límites y no creemos que seamos lo suficientemente buenos para ser algo más en la vida.

Le doy 3 estrellas y media en mi escala subjetiva, y ya sabe que con todo gusto se lo puedo prestar.

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