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viernes, 31 de julio de 2020

“Erotic Stories for Punjabi Widows” by Balli Kaur Jaswal



Y cuando vi este libro, me vino a la mente la canción “Mundian to Bach Ke” de Panjabi MC, principalmente por el nombre del DJ porque no tengo otra referencia de la música Punjabi ¡jajajaja! (escúchela, ese sample que usa de la canción del programa “El Auto increíble” me encanta).

¿Ha visto mi estimado lector la película de principios del milenio llamada “Bend it like Beckham”? Si no la ha visto, le hago un breve resumen: Jess, la protagonista, pertenece a una familia de origen indio que vive en Southall, el cual es un distrito al Oeste de Londres conocido como “Little India”. Le encanta jugar futbol, pero al pertenecer a una familia muy tradicionalista,  esta actividad casi casi la tiene que practicar a escondidas porque según sus papás, debería estar buscando marido en lugar de perder el tiempo en “cosas de hombres” (por cierto, aparece en la película una muy joven Keira Knightley). Bueno, pues haga de cuenta que este libro es una fusión de esa película y “50 Sombras de Grey”.

Nikki, era una chica de origen Punjabi que vivía en Londres. Vivía en un pequeño departamento arriba de un pub en el cual además trabajaba medio tiempo. Desde que falleció su papá hace unos años, decidió salirse de su casa, sobre todo porque se sentía culpable de provocar indirectamente su muerte al decepcionarlo por dejar la Universidad.

Gracias a una visita a Southall, se enteró que en el Templo, donde también se impartían clases, solicitaban una maestra para dar un taller sobre escritura. Muy emocionada mandó su CV esperando que la eligieran, ya que era un curso dirigido a mujeres y el simple hecho de pensar que esto las pudiera empoderar sobre todo en una cultura demasiado tradicionalista, le encantaba. Además, en el anuncio se mencionaba que al final se haría una recopilación de las historias que ahí se escribieran por lo que eso la emocionó aún más.

Nikki tuvo una entrevista con Kulwinder, quien era la encargada de organizar el taller, y aunque en su CV no manifestaba contar con experiencia en el tema, la contrataron ¡porque no había más opciones!

El primer día del curso, Nikki se presentó muy entusiasmada por todas las historias que de ahí pudieran surgir, sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando llegaron sus alumnas y se dio cuenta que la mayoría eran señoras de edad avanzada y además viudas (porque se vestían de una manera especial para denotar su estado), y aunque no era lo que esperaba, su ánimo no disminuyó… hasta que se dio cuenta que la mayoría de ellas no sabía leer ni escribir, por lo que fue con Kulwinder para preguntarle si no había habido una confusión sobre el curso, a lo que ella respondió que no, que Nikki debería enseñarles a leer y a escribir, WHAT!!?? Nikki le contestó que según el anuncio era un taller de escritura creativa, y que ella las iba a guiar para escribir historias, y Kulwinder le explicó que eso lo podría hacer, una vez que les enseñara a escribir jajajajajaja.

Nikki se contrarió un poco ya que no tenía ni idea en cómo dar un curso de alfabetización, por lo que adquirió material didáctico que ella pensaba le podría ayudar para impartir sus clases. Pero cuando llegó con todo su material al salón, no se dio cuenta que llevaba también un libro erótico que había comprado para regalárselo a modo de broma a su hermana. Las viudas en un momento de descuido de Nikki, encontraron el libro y comenzaron a leerlo, y de ahí, ellas comenzaron a relatar historias de corte erótico que se les ocurría (medio subiditas de tono por cierto), y como una de ellas sabía escribir, las fue plasmando en papel para la posteridad.

Por un descuido, las historias fueron pasando de boca en boca hasta que se volvieron un secreto a voces en el barrio, poniendo en jaque a Nikki por pervertir a las “pobres y santas” viudas y a Kulwinder por permitirlo.

Aunado a esta confusión “picosa”, se relata el tormento que vive Kulwinder desde la muerte de su hija Maya, ya que aunque oficialmente se declaró como suicidio, ella sabe que hay algo que no cuadra con su fallecimiento…

Las historias que en teoría escriben las viudas son dignas de películas de Golden Channel transmitidas en la madrugada (me cuentan, yo no lo sé de cierto jajajaja), y resulta interesante porque contrastan con la forma en la que culturalmente se percibe a la mujer en India.

Mi calificación subjetiva:



jueves, 30 de julio de 2020

“A little princess” by Frances Hodgson Burnett

 



Este libro lo compré en mi segunda casa,”Barnes and Noble” (jajajaja) y me encantó la edición ya que la cubierta está hecha de cuero, las hojas tienen un filo dorado, está ilustrado y pertenece a una serie de ediciones especiales de colección publicadas por Barnes&Noble, y que cuestan sólo 10 dolaritos (aunque con el tipo de cambio actual, no sé si sea una ganga).






Algo tiene con India esta escritora, porque si ya leyó el libro o vio la película de “El jardín secreto”, recordará que la historia comienza en ese exótico país, y ésta también…

Sara Crewe, era una niña de 7 años que vivía con su papá en la India a principios del siglo XX. Su mamá murió cuando ella nació por lo que sólo ellos dos formaban su peculiar familia. Sara tenía mucha imaginación y le encantaba contar historias. Sabía que era “adinerada” y que iba a heredar una fortuna de su papá, aunque no entendía bien el concepto de riqueza ya que ella trataba a todos por igual.

Como muchas familias británicas que radicaban en la India, su papá decidió que era prudente que Sara estudiara en Londres, por lo que decidió inscribirla en un afamado internado para señoritas el cual estaba dirigido por la señorita Minchin.

La susodicha señorita Minchin a pesar de convivir con muchas niñas, no contaba con mucha paciencia para soportarlas, pero como el interés tiene pies, al ver que el Capitán Crewe era una persona con “harta lana”, permitiría una serie de concesiones hacia Sara para quedar bien con él y que el dinero siguiera llegando. Entre estos privilegios se encontraban el contar con una habitación más amplia para ella sola y además contar con la asistencia de su propia “auxiliar” llamada Mariette.

Sin embargo, al contrario de lo “pedante” que se esperaría fuera Sara, ella era generosa y mostraba interés sobre todo por las niñas que veía que estaban solas o que no pertenecían al grupo de las “populares” y trataba de ayudarlas en lo que pudiera. Esto hizo que todavía más niñas se ensañaran con ella y que sarcásticamente la llamaran “Princesa” porque según estas envidiosas, Sara se sentía como de la realeza y habría que rendirle pleitesía.

Y sí, Sara era algo que promovía en las demás niñas, sentirse “princesas” pero no de un modo presuntuoso, sino como una forma de motivarlas a ser lo que ellas quisieran aunque las circunstancias no fueran las idóneas o a pesar de los comentarios de las personas “malvibrosas”.

Peeeero, porque ya sabe que siempre hay un pero en las historias, justo en el cumpleaños 11 de Sara, y a la mitad de una fiesta suntuosa que le había organizado la señorita Minchin, recibió la terrible noticia que su padre había fallecido en India, y por si fuera poco, ya no tenía dinero ya que su papá había tomado pésimas decisiones al momento de invertir sus recursos. Esto hizo que la señorita Minchin por fin pudiera expresar la repulsión que sentía hacia la niña, y aunque no pudo correrla del internado porque no tenía más familia, la obligó a trabajar de sirvienta para con ello solventar sus gastos. Y así, de contar con asistente personal y vivir holgadamente en una habitación amplia, terminó durmiendo en el ático, en una pequeña habitación sin calefacción y con una familia de ratas como vecinos.

Aún en esas circunstancias, Sara trata de demostrar que sigue siendo una princesa, y gracias a su vasta imaginación puede sobrellevar las vicisitudes que la vida le presenta, porque como diría la frase “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”…

No sé si usted mi querido lector, tuvo la oportunidad de ver la película basada en este libro y que fue dirigida por Alfonso Cuarón, si no la ha visto, ¿qué espera? está llena de magia y estuvo nominada a dos premios Oscar. Y si ya la vio, le puedo decir que la historia es muy similar aunque sí tiene un punto clave en la que difieren. Por cierto si la ve, o si ya la vio, le recomiendo prestar atención a la canción “Kindle my heart” de Abigail Doyle, que a mí me gusta mucho.

Mi calificación subjetiva:



miércoles, 15 de julio de 2020

“Little Fires Everywhere” by Celeste Ng

 

Shaker Heights es una ciudad en Ohio, de cuyos habitantes se sentían orgullosos de pertenecer al ser una de las primeras ciudades planificadas, por lo que todo en ella tenía una razón de ser: desde el color de las fachadas, hasta la altura del pasto.

Los Richardson, quienes vivían en una espaciosa casa en Shaker Heights, era la típica familia americana formada por el papá, Bill, un conocido abogado; Elena, la mamá, quien trabajaba en el periódico local y sus hijos: Tip, el deportista galán; Lexie, la popular; Moody, el nerd e Izzie, “la rara”. Además de esas actividades, los Richardson eran dueños de una casa duplex la cual rentaban. Sus más recientes inquilinos eran Mia y su hija Pearl de 14 años. Normalmente no se involucraban más de los necesario con sus arrendatarios, pero el día en que se estaban mudando, Moody pasó por ahí y las ayudó a acomodar sus cosas (que por cierto no eran muchas).

Moody entonces decidió ser guía de Pearl por Shaker Heights aprovechando que se encontraba de vacaciones. Gracias a esa convivencia, se enteró que Pearl y su mamá se mudaban constantemente de casa, por lo que sólo contaban con muebles y demás enseres básicos para vivir. Aunque Mia tenía múltiples trabajos de medio tiempo como mesera o limpiando casas, su verdadera vocación era la fotografía, por lo que las horas libres las dedicaba a trabajar en sus proyectos fotográficos que eventualmente enviaba a la dueña de una galería en Nueva York, quien por una considerable comisión, vendía sus obras. Ese dinero le permitía subsistir unos meses, hasta que “buscando inspiración” decidía que era tiempo de mudarse y empezar de nuevo, aunque le había prometido a Pearl, que en esta ocasión se quedarían en Shaker Heights.

Moody presentó a Pearl con su familia, y cuando iniciaron las clases, se volvió costumbre que ella pasara las tardes en la casa de los Richardson como un miembro más de ella. Elena, tratando de averiguar un poco más sobre sus peculiares inquilinas, visitó a Mia y se enteró de sus trabajos de medio tiempo, por lo que le propuso que le ayudara por las mañanas a limpiar la casa y por las tardes a preparar la cena, y con ello, cubriría el valor del alquiler, por lo que Mia aceptó.

Mia se dio cuenta poco a poco, que Pearl encajaba cada vez más con los Richardson, mientras que Izzie, la hija “rara”, curiosamente se interesó por su trabajo fotográfico, por lo que se volvió su asistente después de la escuela.

Todos aparentemente se iban acoplando a estos nuevos lazos formados entre las familias, hasta que la relación de Mia con una noticia en la ciudad que involucraba el abandono de una bebé y que afectó a unos amigos de los Richardson, hizo que Elena, muy en su papel de periodista, decidiera indagar el pasado misterioso de Mia, de manera que pudiera usar esa información en caso que así lo considerara necesario…

El libro me gustó al principio, la historia se me hizo muy interesante, pero cuando creía que iba a llegar el clímax, se acabó jajajajaja. Ahora veré la serie que ya está en Prime Video, y luego les actualizo cuál versión me gustó más.

Mi calificación subjetiva:



domingo, 12 de julio de 2020

“Cumbres Borrascosas” por Emily Brontë

 


Y hablando de libros que dejaba inconclusos… a éste lo abandoné por 10 años jajajaja, pero después de aguantar la tortura de “Furiously Happy” ya no hay libro que NO PUEDA LEER (eso espero). Al ser un libro escrito hace más de 1 siglo (y por cierto, es el único que escribió Emily Brontë), su lenguaje como es de esperarse es un tanto rebuscado, y su trama es digna de una telenovela de las 8 del “Canal de las Estrellas” con un toque de “Melrose Place”.

La familia Earnshaw estaba formada por los papás, y sus hijos Hindley, quien era el primogénito, y Catherine, la menor. Vivían en una propiedad denominada “Cumbres Borrascosas” (¡Ahora entiende el nombre de la novela!). Su vida era estable y tranquila, hasta que en un viaje del señor Earnshaw a Liverpool, en lugar de traer souvenirs para sus hijos, trajo a un niño que encontró en la calle perdido, y como no encontró a nadie que se hiciera responsable de él, se le hizo fácil llevarlo a su casa. Esto obviamente tomó por sorpresa a toda la familia, sobre todo a sus hijos quien al principio lo trataron muy mal.

Con el paso del tiempo, Heathcliff (como nombraron al nuevo miembro de la familia) y Cathy hicieron buenas migas, haciéndose cómplices en travesuras. Sin embargo, Hindley seguía muy enojado y trataba a Heathcliff como un mozo más, aunque su papá insistiera en tratarlo como otro hijo. Pasaron un par de años y la señora Earnshaw falleció, y después de unos años más, lo hizo su marido. Hindley, quien para ese entonces se había ido de la casa para estudiar, regresó a Cumbres Borrascosas acompañado por su señora, porque se había casado. Al ser el heredero de su papá, por fin pudo tratar a Heathcliff como siempre quiso, como a un sirviente más que debía ganarse su comida trabajando.

Catherine y Heathcliff trataban de pasar tiempo juntos a escondidas, y en una de esas ocasiones en que salieron a pasear, llegaron hasta la “Granja de los Tordos”, una propiedad cercana a Cumbres Borrascosas donde vivían los Linton, una familia refinada y conocida en la región. Al ser encontrados merodeando por el lugar, el perro guardián de la casa mordió a Cathy, lastimándola del tobillo. Cuando fueron llevados los “intrusos” ante los señores de la casa, éstos se dieron cuenta que se trataba ni más ni menos que de la “señorita” Catherine Earnshaw, por lo que la que atendieron con sumo cuidado, y la hospedaron en su casa por 5 semanas mientras se recuperaba de tan terrible incidente; mientras que a Heathcliff lo mandaron de vuelta a “Cumbres Borrascosas” por su facha de andrajoso.

Este tiempo en “La Granja de los Tordos” hizo que se iniciara una  relación entre Cathy y Edgar Linton, la cual evolucionaría hasta concluir en matrimonio, cuestión que por supuesto no le gustó a Heathcliff ya que le rompió el corazón ver cómo su amada lo despreciaba y lo cambiaba por un niño “pijo” como dirían los “Hombres G”.

A partir de ese momento, se narra la forma en la que Heathcliff se vale de cualquier medio para vengarse de todo aquél que osó despreciarlo, haciendo que su carácter se vuelva cada vez más agrio y su corazón más obscuro…


Pues como le contaba mi estimado lector, sí me costó trabajo terminarlo sobre todo porque hay que hacer un árbol genealógico en la cabeza para identificar a todos los personajes y su parentesco y así no perderse en la trama. Es un dramóóóón, y habrá a quien le guste este tipo de libros, a mí no.

Mi calificación subjetiva:




miércoles, 1 de julio de 2020

“El ruiseñor” por Kristin Hannah

 


Ahora entiendo la insistencia de Anahí para que leyera este libro, y es que acorde a mi estadística subjetiva,  creo que  por cada 3 libros malos hay uno bueno, por lo que poder leer esta obra que me conmovió bastante, es como encontrar un oasis en el desierto de los libros mediocres.

Muchas historias se han escrito sobre la Segunda Guerra Mundial y muchas más se escribirán, pero creo que en este tiempo apocalíptico que estamos viviendo, se nos olvida que la humanidad ya ha pasado por situaciones bastante complejas donde se perdieron muchas vidas y donde el panorama era también desolador. A diferencia de los conflictos bélicos, el enemigo actual sabemos que es invisible y que aún con tantos avances científicos y tecnológicos no se ha podido encontrar una cura, pero también leyendo libros con esta temática, podemos poner en perspectiva mucho de lo que estamos viviendo, porque si bien no hay mucha certeza de por qué algunas personas no presentan síntomas y otras desafortunadamente fallecen, al menos sabemos que hay formas de mitigar el riesgo permaneciendo lo más que se pueda en casa, por lo que para aquellos afortunados que pueden continuar trabajando desde su hogar su única preocupación es encontrar una serie o algún hobby para que el encierro no sea tan tedioso, lo cual contrasta con la situación que se presentaba durante las guerras,  donde sufrían de racionamiento de comida, víveres, y no sabían si al día siguiente iban a despertar gracias a un bombardeo nocturno… En fin, después de mi reflexión apocalíptica, sígame para que le cuente el porqué me gustó tanto este libro.

Corría el año de 1939. Vianne vivía con su esposo Antoine y su hija Sophie en un pueblo idílico francés llamado Carriveau. Su vida aunque sencilla, era estable y feliz. Sin embargo, Antoine como muchos de los hombres de esa época, fue llamado a la guerra, cuestión que obviamente la sacó de balance sobre todo porque dependía mucho de su esposo ya que él era el que tomaba las decisiones importantes de la familia.

Su hermana menor Isabelle, se encontraba estudiando en un internado. Siempre había sido muy rebelde y había sido expulsada de muchas escuelas por su carácter, y en esta ocasión, no fue la excepción. Estaba harta de estudiar cosas tan triviales como aprender buenos modales o consejos de cómo ser una buena anfitriona cuando el mundo estaba a punto de colapsar por la Guerra. Pero, sabía que no podía regresar con su papá ya que ella pensaba que no la quería y que por esa razón siempre la mantenía alejada de él, por lo que decidió irse con su hermana. La cuestión es que todos los caminos estaban abarrotados de personas que trataban de huir de las grandes ciudades hacia el campo debido a la invasión alemana, por lo que el uso de vehículos era prácticamente imposible debido al numeroso grupo de personas que invadía las carreteras. Por tal razón, tuvo que caminar kilómetros y kilómetros, mientras que veía cómo la gente se desvanecía al lado del camino por cansancio, hambre o sed y muchos no lograban sobrevivir. En ese trajinar conoció a Gaëtan, quien aparentemente era un vagabundo, pero que después descubriría era un rebelde que trataba de luchar por su cuenta en contra de los invasores y del mismo ejército francés que se había sometido ante la voluntad alemana. Gracias a él, pudo llegar a la casa de su hermana sana y salva ya que la guió por caminos poco conocidos que hizo que el recorrido fuera más rápido.

La llegada de Isabelle a la casa de su hermana, no fue  muy bien recibido por Vianne, ya que ellas dos nunca se habían llevado muy bien debido a su personalidad completamente opuesta. Isabelle tenía un carácter muy explosivo y era impulsiva, mientras que Vianne era demasiado cautelosa e insegura en su actuar.

El pueblito tranquilo e idílico poco a poco se fue transformando con la llegada de los alemanes. La comida y los víveres comenzaron a escasear, y el control del gobierno fue tomado por los nazis. Pa’ colmo de males, un capitán alemán se presentó en el hogar de Vianne para decirle que a partir de ese día, iba a vivir en su casa, ya que su ubicación era estratégica al encontrarse cerca del aeródromo, por lo que aparte de todos los problemas, ahora le tocaba vivir con el enemigo.

Así, cada hermana es obligada por las circunstancias y por su misma naturaleza, a sobrevivir esos años bélicos luchando cada una desde su trinchera, demostrando que a veces ser fuerte es la única opción…

¡Me encantó! En verdad, léanlo, me dejó un vacío en el pecho y muchas ganas de llorar, pero también mucha esperanza sobre la humanidad y el impacto que tienen nuestras acciones hacia los demás.

Mi calificación subjetiva: