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miércoles, 15 de julio de 2020

“Little Fires Everywhere” by Celeste Ng

 

Shaker Heights es una ciudad en Ohio, de cuyos habitantes se sentían orgullosos de pertenecer al ser una de las primeras ciudades planificadas, por lo que todo en ella tenía una razón de ser: desde el color de las fachadas, hasta la altura del pasto.

Los Richardson, quienes vivían en una espaciosa casa en Shaker Heights, era la típica familia americana formada por el papá, Bill, un conocido abogado; Elena, la mamá, quien trabajaba en el periódico local y sus hijos: Tip, el deportista galán; Lexie, la popular; Moody, el nerd e Izzie, “la rara”. Además de esas actividades, los Richardson eran dueños de una casa duplex la cual rentaban. Sus más recientes inquilinos eran Mia y su hija Pearl de 14 años. Normalmente no se involucraban más de los necesario con sus arrendatarios, pero el día en que se estaban mudando, Moody pasó por ahí y las ayudó a acomodar sus cosas (que por cierto no eran muchas).

Moody entonces decidió ser guía de Pearl por Shaker Heights aprovechando que se encontraba de vacaciones. Gracias a esa convivencia, se enteró que Pearl y su mamá se mudaban constantemente de casa, por lo que sólo contaban con muebles y demás enseres básicos para vivir. Aunque Mia tenía múltiples trabajos de medio tiempo como mesera o limpiando casas, su verdadera vocación era la fotografía, por lo que las horas libres las dedicaba a trabajar en sus proyectos fotográficos que eventualmente enviaba a la dueña de una galería en Nueva York, quien por una considerable comisión, vendía sus obras. Ese dinero le permitía subsistir unos meses, hasta que “buscando inspiración” decidía que era tiempo de mudarse y empezar de nuevo, aunque le había prometido a Pearl, que en esta ocasión se quedarían en Shaker Heights.

Moody presentó a Pearl con su familia, y cuando iniciaron las clases, se volvió costumbre que ella pasara las tardes en la casa de los Richardson como un miembro más de ella. Elena, tratando de averiguar un poco más sobre sus peculiares inquilinas, visitó a Mia y se enteró de sus trabajos de medio tiempo, por lo que le propuso que le ayudara por las mañanas a limpiar la casa y por las tardes a preparar la cena, y con ello, cubriría el valor del alquiler, por lo que Mia aceptó.

Mia se dio cuenta poco a poco, que Pearl encajaba cada vez más con los Richardson, mientras que Izzie, la hija “rara”, curiosamente se interesó por su trabajo fotográfico, por lo que se volvió su asistente después de la escuela.

Todos aparentemente se iban acoplando a estos nuevos lazos formados entre las familias, hasta que la relación de Mia con una noticia en la ciudad que involucraba el abandono de una bebé y que afectó a unos amigos de los Richardson, hizo que Elena, muy en su papel de periodista, decidiera indagar el pasado misterioso de Mia, de manera que pudiera usar esa información en caso que así lo considerara necesario…

El libro me gustó al principio, la historia se me hizo muy interesante, pero cuando creía que iba a llegar el clímax, se acabó jajajajaja. Ahora veré la serie que ya está en Prime Video, y luego les actualizo cuál versión me gustó más.

Mi calificación subjetiva:



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