Fondo

domingo, 12 de julio de 2020

“Cumbres Borrascosas” por Emily Brontë

 


Y hablando de libros que dejaba inconclusos… a éste lo abandoné por 10 años jajajaja, pero después de aguantar la tortura de “Furiously Happy” ya no hay libro que NO PUEDA LEER (eso espero). Al ser un libro escrito hace más de 1 siglo (y por cierto, es el único que escribió Emily Brontë), su lenguaje como es de esperarse es un tanto rebuscado, y su trama es digna de una telenovela de las 8 del “Canal de las Estrellas” con un toque de “Melrose Place”.

La familia Earnshaw estaba formada por los papás, y sus hijos Hindley, quien era el primogénito, y Catherine, la menor. Vivían en una propiedad denominada “Cumbres Borrascosas” (¡Ahora entiende el nombre de la novela!). Su vida era estable y tranquila, hasta que en un viaje del señor Earnshaw a Liverpool, en lugar de traer souvenirs para sus hijos, trajo a un niño que encontró en la calle perdido, y como no encontró a nadie que se hiciera responsable de él, se le hizo fácil llevarlo a su casa. Esto obviamente tomó por sorpresa a toda la familia, sobre todo a sus hijos quien al principio lo trataron muy mal.

Con el paso del tiempo, Heathcliff (como nombraron al nuevo miembro de la familia) y Cathy hicieron buenas migas, haciéndose cómplices en travesuras. Sin embargo, Hindley seguía muy enojado y trataba a Heathcliff como un mozo más, aunque su papá insistiera en tratarlo como otro hijo. Pasaron un par de años y la señora Earnshaw falleció, y después de unos años más, lo hizo su marido. Hindley, quien para ese entonces se había ido de la casa para estudiar, regresó a Cumbres Borrascosas acompañado por su señora, porque se había casado. Al ser el heredero de su papá, por fin pudo tratar a Heathcliff como siempre quiso, como a un sirviente más que debía ganarse su comida trabajando.

Catherine y Heathcliff trataban de pasar tiempo juntos a escondidas, y en una de esas ocasiones en que salieron a pasear, llegaron hasta la “Granja de los Tordos”, una propiedad cercana a Cumbres Borrascosas donde vivían los Linton, una familia refinada y conocida en la región. Al ser encontrados merodeando por el lugar, el perro guardián de la casa mordió a Cathy, lastimándola del tobillo. Cuando fueron llevados los “intrusos” ante los señores de la casa, éstos se dieron cuenta que se trataba ni más ni menos que de la “señorita” Catherine Earnshaw, por lo que la que atendieron con sumo cuidado, y la hospedaron en su casa por 5 semanas mientras se recuperaba de tan terrible incidente; mientras que a Heathcliff lo mandaron de vuelta a “Cumbres Borrascosas” por su facha de andrajoso.

Este tiempo en “La Granja de los Tordos” hizo que se iniciara una  relación entre Cathy y Edgar Linton, la cual evolucionaría hasta concluir en matrimonio, cuestión que por supuesto no le gustó a Heathcliff ya que le rompió el corazón ver cómo su amada lo despreciaba y lo cambiaba por un niño “pijo” como dirían los “Hombres G”.

A partir de ese momento, se narra la forma en la que Heathcliff se vale de cualquier medio para vengarse de todo aquél que osó despreciarlo, haciendo que su carácter se vuelva cada vez más agrio y su corazón más obscuro…


Pues como le contaba mi estimado lector, sí me costó trabajo terminarlo sobre todo porque hay que hacer un árbol genealógico en la cabeza para identificar a todos los personajes y su parentesco y así no perderse en la trama. Es un dramóóóón, y habrá a quien le guste este tipo de libros, a mí no.

Mi calificación subjetiva:




No hay comentarios:

Publicar un comentario