"El último adiós" por Kate Morton

Aquí seguimos amable lector, al pie del cañón leyendo de las 4 a las 5 de la mañana, sólo para traerle las mejores reseñas del mundo mundial; y así como lo prometí, lograremos la meta de 12 libros leídos en el año, aunque esté escribiendo la reseña del 12o. libro el 31 de Diciembre a las 11:50 PM; así que Usted tranquilo y yo nerviosa.

Bueno, pues como Ud. recordará, hace algunos meses pude conocer la obra de Kate Morton a través de "El jardín olvidado", después leí "El cumpleaños secreto" y ahora "El último adiós". Este libro lo tomé prestado de la colección de mi hermana, quien en su inmenso amor fraternal me lo prestó aunque ella no lo hubiera empezado a leer... ESO ES AMOR Y NO FREGADERAS (La verdad es que lo tomé sin que se enterara, pero por no enojarse, merece aplausos, porras y fanfarrias ¡Clap, clap, clap!).

Recomiendan los que saben, que cuando quieres empezar a escribir tu primer libro, lo hagas de los lugares o cosas que conoces, y esa ha de ser la razón por la que Kate, sitúa sus historias en Inglaterra y Australia (porque ella es australiana, pero estudió en Londres). Un lugar en particular que es recurrente es Cornualles (Nota mental: cuando regrese a UK, iré a darme la vuelta por aquellos lares nomás para ver si es tan bonito como lo describe), sitio en donde ocurre la historia del libro en cuestión.

Sadie Sparrow, es una detective londinense, a quien su jefe manda a tomar vacaciones forzosas, debido a que filtró información de un caso policial a la prensa (No la vaya a juzgar usted mal, amable lector, pero esa fue la única forma que ella pensó existía para que no dieran por cerrado un caso donde una madre abandonó aparentemente a su hija, y en el que su sexto sentido le decía que podía existir un trasfondo más complejo y delicado). ¿Y adivinen en dónde estaba tomando "sus vacaciones"? En Cornualles, ya que ahí residía su abuelo.

Alice Edevane, es una escritora famosa de novelas policíacas, quien nunca se casó y quedó marcada por un acontecimiento que sucedió hace 70 años... la desaparición o muerte de su hermano pequeño, quien sólo rozaba 1 añito de edad.

¿Y qué tienen que ver Alice y Sadie? Bueno, pues resulta que en Cornualles Sadie descubre durante su travesía diaria por los bosques cercanos a la casa de su abuelo, una casa muy bonita, pero que se nota había estado abandonada por mucho tiempo; al comentarle Sadie a su abuelo sobre su descubrimiento, él le cuenta sobre la historia triste y dramática de la familia Edevane, quienes después de la celebración anual que realizaban en verano, descubrieron que el miembro más pequeño de la familia, Theo, había desaparecido. Nunca se encontró al cuerpo del pequeño, por lo que su desaparición/muerte era hasta ahora, un misterio. 

Uuuuy pues pa' luego es tarde, Sadie sacó su lado detectivesco y comenzó a averiguar sobre la familia Edevane, la investigación policiaca y las evidencias que habían obtenido en esa época. Por lo tanto, Sadie decide escribirle a Alice, esperando poder entrevistarla y que pudiera proporcionarle más información, para así quizá, con un golpe de suerte, poder resolver ese misterio misterioso.

Como lo ha hecho en otras ocasiones Kate Morton, nos hace viajar entre el presente y el pasado mientras conocemos más sobre la historia de Sadie y la familia Edevane, y como siempre, cuando creemos saber quién fue el culpable de todo ese enredo, resulta que vivíamos en la mentira... Así que recuerde esta importante lección de vida amable lector: NO SIEMPRE EL MAYORDOMO ES EL CULPABLE.

Le doy 4 estrellas en mi escala subjetiva, definitivamente es un libro que te atrapa y que te uuuurge terminar para saber el final.

Ahora me reivindicaré con todos mis "fanses" y leeré "La ladrona de libros".

Saludos y no sea díscolo, comparta esta reseña.