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domingo, 18 de noviembre de 2018

"Los señores del tiempo" por Eva García Sáenz de Urturi





Este libro es el tercero de la serie “La trilogía de la ciudad Blanca”, y como los dos anteriores, lo tuve que adquirir de manera electrónica ya que por mis lares todavía no llegan de manera impresa. Esto pude hacerlo gracias a la tarjeta de iTunes que me regaló mi hermana de cumpleaños ¿Cómo sabías Mirians que era justo lo que quería? 😍
Este ejemplar lo apodé como “The subway book” porque lo leía en mis traslados por el metro Neoyorkino *suspira una y otra vez*, y gracias a ese tiempo bien utilizado, lo empecé a leer justo cuando me fui y lo terminé antes de regresarme.

Como usted recordará estimado lector, el libro anterior de esta serie “Los ritos del agua” termina con el nacimiento de Deba, la hija de Alba y Unai alias “Kraken”.

Dos años y medio han pasado de ese día, y la pequeña familia acompañada de Estíbaliz, Santiago y Nieves; compañera de unidad y amiga, abuelo y suegra respectivamente de Unai, se reunieron para la presentación del libro “Los señores del Tiempo”, una novela histórica que había causado sensación entre el público por su historia situada en la Vitoria medieval, además, lo que más atraía de la obra era que nadie conocía la identidad de su autor: Diego Veilaz, por lo que el público ahí reunido estaba ansioso de conocer al misterioso escritor. Sin embargo, éste no llegó a la presentación, la cual además fue interrumpida por la muerte de un famoso empresario dueño de una cadena de tiendas de moda low cost (sí, está pensando bien, tipo Amancio Ortega, pero obvio no usan ese nombre).

Al magnate lo encontraron sin vida en un baño de las instalaciones donde se llevaría a cabo la presentación del libro, ya que había acudido a una reunión en una sala aledaña. Unai y Estíbaliz acudieron a la escena del crimen y lo que les llamó la atención fue un fuerte olor que se desprendía del cuerpo, a lo cual Unai sugirió que podría ser un indicio de envenenamiento.

Las pruebas de la autopsia dieron como resultado que efectivamente, el empresario había muerto por una sobredosis de la llamada “Mosca española” o como es conocida “el Viagra medieval”, a lo cual Kraken le trajo como recuerdo un pasaje de la historia de “Los señores del tiempo”, cuando el suegro del hermano del protagonista Diago Vela, es asesinado de la misma forma...

Kraken por lo tanto trata de averiguar sobre Diego Veilaz, el misterioso autor de “Los señores del tiempo”, por lo que acude a la editorial que publicó el libro. El editor le confiesa que él no conoce a Diego, y que el contacto con él sólo se llevó a cabo mediante correo electrónico, por lo que la unidad de policía se encarga de rastrear la cuenta desde donde se envió la novela y la ubicó en la Casa-Torre de Nograro. 

La Casa-Torre se encuentra en el valle de Valdegovía y su dueño es Ramiro Alvar, el XXV señor de Nograro. Acorde a lo que el editor cuenta, Ramiro es un tipo retraído, erudito y con amplios conocimientos de la historia del lugar, por lo que puede encajar con el perfil de Diego Veilaz, así que Unai y Estíbaliz deciden ir a visitarlo. Sin embargo, la persona que los recibió en la Casa-Torre fue un sacerdote vestido con todo y sotana, un tanto altivo y extrovertido que les dijo que él era el señor de Nograro y se llamaba Alvar. La forma de ser de Alvar no concordaba con lo que el editor del libro les había dicho, por lo que lo interrogaron sobre su posible autoría de la obra en cuestión y Alvar comentó que él no había escuchado de ese libro y por lo tanto no lo había escrito.

Y mientras el tiempo transcurría sin tener indicios sobre la identidad del asesino del empresario, otros dos asesinatos se llevaron a cabo utilizando medios de tortura medieval y que además eran mencionados en “Los señores del tiempo”: dos hermanas “emparedadas”, o sea encerradas entre cuatro paredes sin comida ni agua, y un personaje (que no le voy a decir quién es pero que ha sido parte de la historia de los otros dos libros) quien fue encerrado en un barril junto con un perro, un gato, un gallo y una víbora y aventado a un río...

A la par de la historia actual donde Kraken debe resolver esos asesinatos, se relata el libro de Diego Veilaz “Los señores del tiempo” para que uno pueda ir encontrando similitudes en los pasajes ahí descritos.

El libro me gustó, pero no creo que tanto como el primero. Considero que se repite la fórmula exitosa de los dos primeros ejemplares de la serie y por lo tanto, ya sabes como por dónde puede dar vuelcos la historia.

Le doy 3 7/8 estrellas y lo siento pero éste sí no lo puedo compartir...

Saludos 😀

lunes, 12 de noviembre de 2018

"La hora de las brujas" por Nicholas Bowling




¡Ñaca, ñaca! Continuamos con la inercia de Halloween y Día de Muertos. Y es que aunque ya había terminado de leer hace días este libro, sigo con la depresión post viaje que me había impedido escribir la reseña... que por cierto, tengo pendiente una entrada en el blog sobre las librerías que visité en la gran Manzana ¡Estén atentos!

Este libro me lo prestó mi amiga Liz, que sigue proveyéndome de material ante la escasez del mismo (aunque eso fue antes que resurtiera el arsenal en NY, ahora lo que necesito es un nuevo librero querido Santa Claus). Esta es la primera obra de Nicholas Bowling, quien es además profesor y dibujante de cómics.

Corría el mes de Noviembre del año 1577, cuando Ellen escuchó golpes en su puerta y gritos de una turba que se apostaba fuera de su casa. Esta manifestación era encabezada por un guapo caballero llamado Hopkins quien era un caza brujas y la acusaba de pertenecer a un aquelarre. Ellen trató de defenderse sin éxito y fue condenada a ser quemada en la hoguera.

Sin embargo, el objetivo principal de Hopkins no era Ellen, sino su hija Alyce, por lo que decidió regresar a la casa de ésta a buscarla. Alyce efectivamente estaba escondida y cuando estuvo a punto de ser capturada, salió y lo apuñaló. Consciente de que había cometido un asesinato, salió huyendo hacia Londres como algún día le había indicado su mamá para buscar al verdugo John Dee y entregarle una carta.

Alyce al salir de casa sin provisiones para el viaje, fue encontrada a lo largo del camino y al ser vista sucia y desaliñada pensaron que se trataba de una enferma metal, por lo que fue llevada al manicomio de Bedlam donde permanecería más de un mes. Consciente que ella no padecía de sus facultades mentales pero también temerosa que la fueran a culpar de asesinato, Alyce era cautelosa en su comportamiento. Un día llegaron por ella dos personas enmascaradas y Alyce creyó que se trataban de los caza brujas que la estaban buscando, así que decidió escaparse.

Llegó a Londres con poca fuerza al no contar nada con qué comer, y debido a que su facha no le ayudaba mucho, era corrida de todos los puestos donde se acercaba a buscar comida, hasta que un muchacho llamado Solomon la rescató antes que desfalleciera y la llevó a una posada denominada “El Cisne” donde la señora Thomson, quien era la dueña del lugar se encargó de cuidarla.

Alyce estaba tan cansada que durmió durante dos días, cuando despertó se dio cuenta que escapó sin llevar consigo la carta que llevaría a John Dee, por lo que decidió buscar la forma de regresar a Bedlam para encontrarla. Solomon la ayudó, aunque no estaba muy de acuerdo. Alyce encontró la carta y se dio cuenta que Hopkins el caza brujas estaba en Bedlam buscándola... ¿pero cómo era posible si ella lo había asesinado? Y sobre todo ¿por qué la buscaban con tanta insistencia?

Resulta, y aquí viene la parte "mafufa" de la historia, que María Estuardo quien era prima de la Reina Isabel, y en ese entonces estaba encerrada por querer conspirar para quitarle el trono a la Chabela, era bruja y le había conferido poderes a Hopkins para que fuera su sirviente y le ayudara a buscar a Alyce...

La razón de tanta insistencia por encontrarla es todavía más “fumada”, pero bueno, eso yo ya no se lo contaré porque le quito la emoción a la trama.  El libro es entretenido, la historia diferente y se lee rápido, aunque sólo alcanza en mi escala 3 estrellas.

Saludos