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martes, 16 de junio de 2020

“Sexo en Nueva York” por Candace Bushnell



 Si usted como yo mi estimado lector, cuando ve el logo de HBO al inicio de un programa, espera escuchar la música de entrada de “Sex and the City”, seguro tendrá la curiosidad de leer el libro en el que se basó la icónica serie.

Sin embargo, déjeme de una vez desilusionarlo, porque si espera encontrar en este libro información adicional u otros secretos de nuestras 4 Neoyorkinas favoritas, no lo va a hacer.

Al muy estilo de Carrie, este libro es una compilación de las columnas que Candace escribió en “The New York Observer” sobre los intereses románticos/sexuales de los habitantes de Manhattan, pero los únicos personajes que prevalecen tal cual los vimos en la serie son Carrie, Samantha y Mr. Big; y aunque Miranda y Charlotte son mencionadas, sus personajes no son ni la abogada ni la experta en arte como las conocemos.

Independientemente de eso, cada columna me mareaba con el número de personajes que mencionaba en pocos renglones, lo cual hacía que me confundiera o tuviera que regresarme a leer párrafos anteriores para entender quién era quién.

En conclusión, si es fanático de la serie, mejor váyale bajando a sus expectativas porque es muy cierto cuando mencionan que el programa se BASÓ en el libro, porque prácticamente lo único que tomó de él… fue el NOMBRE.

Mi calificación de fan de la serie:



martes, 9 de junio de 2020

“El curioso incidente del perro a medianoche” por Mark Haddon



Hace tiempo no sé si se acuerde estimado lector, se montó en México la obra de teatro basada en este libro, la cual fue protagonizada por Luis Gerardo Méndez. Así fue como me enteré de su existencia, aunque lo único que sabía de la trama era que su protagonista era una persona que sufría de un trastorno del espectro autista, por lo que al ver que Anahí tenía el libro, fue uno de los elegidos para el préstamo del que hablé en el post anterior.

Christopher es un joven de 15 años, quien efectivamente sufre de un trastorno mental el cual no es definido tal cual en el libro. Vive sólo con su papá ya que su mamá murió hace un par de años. La historia comienza con un terrible suceso, Christopher encuentra al perro de la vecina que se llamaba Wellington, muerto debido a que alguien le había enterrado una horquilla del jardín. Christopher se acerca al perro, le saca la horquilla y decide abrazarlo porque le gustan los perros. La señora Shears, dícese la dueña del perro, se da cuenta de tal escena y llama a la policía creyendo que Christopher había sido el autor del delito. Cuando llegan los agentes y tratan de interrogar a Christopher, lo saturan con demasiadas preguntas que cuando intentan tomarlo del brazo para calmarlo, éste termina golpeando a un agente, por lo que es detenido. Lo que los policías no sabían era que Christopher no soportaba que lo tocaran, y por eso reaccionó de esa forma. Su padre tuvo que explicar la condición de su hijo a los policías para que de esta manera lo liberaran.

El asesinato de Wellington hizo que Christopher, emulando las aventuras de Sherlock Holmes de las cuales era fan, tratara de investigar quién había sido el culpable de tan deplorable delito, sin saber que en ese proceso, encontraría secretos familiares que cambiarían su vida…

Es un libro diferente, se lee muy rápido y en teoría está escrito por el mismo Christopher, por lo que además encontrará en él curiosidades tales como problemas matemáticos, diagramas, esquemas, dibujos, números de los capítulos sin orden, explicación de teorías sobre acontecimientos cotidianos, entre otros, tratando así de mostrar el mundo desde su perspectiva bastante peculiar.

Mi calificación subjetiva:



jueves, 4 de junio de 2020

“Furiously Happy” by Jenny Lawson



En mi vida lectora, pocas veces he dejado un libro incompleto, porque por más absurda o aburrida que me parezca la historia, ¿qué tal que lo dejo de leer justo cuando se pone bueno el chisme? o ¿con qué elementos puedo recomendarle que lea o no determinado libro si yo no lo acabo?

Sin embargo, este libro sí me saco de quicio. En la página 30, ya le estaba diciendo a Anahí que desistía de leerlo (porque ella me lo prestó justo para que le diera mi visto bueno ya que contaba con opiniones encontradas sobre él), pero luego me acordé que no tenía otro libro más por leer, y cual si fuera manda, lo acabé.

Y pues ¿de qué trata el libro? Jenny Lawson, la escritora, es una mujer joven, casada y con una hija. Desde pequeña ha sufrido de trastornos mentales como ansiedad, depresión, trastorno de la personalidad por evitación (¡Sí, todo eso), y por si fuera poco, padece de artritis reumatoide, por lo que toda esta caja de monerías han afectado su calidad de vida.

Entonces en este libro, Jenny con un humor gringo muy característico, es decir, ese humor negro, lleno de sarcasmo, describe todos sus “issues” mentales, y pues no sé usted estimado lector, pero yo aguanto un chascarrillo, una que otra frase de ese tipo, pero toooodo el libro escrito de esa forma ¡NO GRACIAS! (Y eso que AMO EL SARCASMO).

Jenny asegura que todos sus pensamientos o formas de actuar son fruto de sus trastornos mentales y de los medicamentos que toma, pero por ejemplo, leer que en una noche de insomnio se le ocurrió montar un mapache disecado encima de uno de sus gatos para emular un rodeo, ¡ES MUY RARO!

Anécdotas de ese tipo, junto con teorías locas y reflexiones sin sentido son las que llenan el libro, y llegas a un punto donde piensas ¿Esto es verdad, o lo escribe sólo “por convivir” o por llamar la atención y vender más libros? Puede ser que su sarcasmo sea una forma de defensa antes sus problemas mentales, pero su abuso se vuelve tedioso y desesperante. De repente hay chispazos coherentes cuando se sincera sobre la forma en la que se siente ante tantos males que la acongojan, pero regresa a su camino sin sentido y dices: ¡SALE BYE!

Y ya que ahora sí cuento con todos los elementos necesarios al haber ACABADO EL LIBRO le puedo decir SIN TEMOR A EQUIVOCARME que:

¡N O     L O    L E A!

A menos que Ud. sufra también de problemas mentales y se sienta identificado.

lunes, 1 de junio de 2020

“Where the Crawdads sing” by Delia Owens



 Y ahora que estamos en época de reflexión por este confinamiento me surge la siguiente duda: ¿Usted por qué lee mi estimado lector?

a) Para “pasar el rato”

b) Para enriquecer su vocabulario

c) Para encontrar un libro cuya historia lo transporte a otro lugar o época; que su trama lo conmueva y/o se identifique con sus personajes.

Si este último punto es el que eligió ¡Felicidades, este libro es el indicado para usted!

Como he comentado con anterioridad, en muchas ocasiones no conozco la trama del libro para elegirlo, a veces la portada es la que me llama la atención, otras veces lo elijo por la opinión de alguien más, y en este caso,  la recomendación del club de lectura de mi BFF Reese Witherspoon (aunque sabemos que no coincidimos siempre en nuestros gustos), es la que me animó a pedírselo prestado a mi amiga Anahí (quien amablemente me prestó 5 libros ante la escasez de nuevos ejemplares en mi biblioteca personal).

Se acuerda mi estimado lector, ¿qué hacía usted a los 6 años? Yo me acuerdo básicamente que iba a la escuela, jugaba y dependía al 100% de mis papás (sobre todo de mi mamá) y por esa razón uno asume que todos los niños a esa edad viven algo similar… y se nos olvida que no siempre es así.

Kya, era una niña de 6 años que vivía en una cabaña vieja y desvencijada en una zona pantanosa en Carolina del Norte con sus papás y sus 4 hermanos mayores. Un día de verano, vio cómo su mamá salía de la casa llevando con ella una maleta. Aunque no sabía a dónde se dirigía, esperaba que regresara pronto como lo había hecho en otras ocasiones, sin embargo, los días pasaron y su mamá no regresó, ya que estaba cansada del maltrato físico y psicológico que había sufrido por muchos años por parte de su esposo alcohólico, por lo que tomó la decisión de irse de la casa aunque eso implicara dejar a sus hijos a la buena de Dios.

Conforme las semanas pasaron, los hermanos mayores de Kya también se fueron de la casa, por lo que ella tuvo que asumir roles y responsabilidades que no le correspondían, como ir al pueblo más cercano a comprar la poca comida que le alcanzaba con el dinero que su papá le daba e ingeniárselas para cocinar algo medianamente decente (recordemos que sólo tiene 6 años).

Su papá se desaparecía por días, y cuando regresaba, la mayoría del tiempo estaba alcoholizado y lo que menos le preocupaba era el estado en el que se encontraban su hija y su “casa”, por lo que Kya tuvo que aprender a sobrevivir recordando las enseñanzas de su mamá sobre quehaceres domésticos. Poco a poco Kya trató de “ganarse” el afecto de su papá para que pudieran formar lo más parecido a una familia, y aparentemente lo estaba logrando ya que comenzaron a compartir viajes en bote por el pantano donde aprovechaban para pescar y gracias a ello, su papá se encontraba sobrio por más tiempo. Sin embargo (ya sabe que todas las cosas buenas no duran para siempre), un día llegó una carta de la mamá de Kya que enfureció tanto a su papá, que se refugió nuevamente en el alcohol. La carta la quemó antes que Kya pudiera leerla, por lo que nunca se enteró qué es lo que escribió su mamá que hizo que su papá se enojara tanto. A partir de ese día, su papá se comenzó a desaparecer por más tiempo, hasta que un día ya no regresó y nunca más supo de él.

Kya se quedó ahora sí definitivamente sola, y aunque hubo un intento por parte de unos “buenos samaritanos” para que entrara a la escuela del pueblo, el único día al que asistió se sintió rechazada por los demás niños debido a su apariencia, ya que era conocida como “la niña salvaje”, por lo que decidió ya jamás regresar. Afortunadamente se cruzaron en el camino de Kya buenas personas que le ayudaron a sobrevivir y a salir avante, aún cuando las circunstancias no eran nada favorecedoras.

Y así, uno pensaría que la trama del libro se centraría en ver cómo Kya crecía y lograba sobrevivir a pesar de ser abandonada a su suerte, sin embargo, se entrelaza la historia del asesinato del clásico chico guapo y orgullo del pueblo que aparentemente no tiene nada que ver, pero que involucra a una Kya de 24 años…

Es una historia fascinante. La forma en la que la autora describe la zona pantanosa, así como la fauna y la flora del lugar es espectacular. Yo sufrí leyendo la historia de Kya porque no me imagino tratando de sobrevivir sola a los 6 años, sin embargo, consciente estoy que esto lo veo desde mi realidad que es muy diferente a las circunstancias que a ella le rodeaban, porque también es sabido que cuando los obstáculos se presentan, el ser humano saca fuerzas de donde menos lo espera para salir adelante.

Es un libro muy muy muy muy recomendable ¡Me encantó!

Mi calificación subjetiva: