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jueves, 4 de junio de 2020

“Furiously Happy” by Jenny Lawson



En mi vida lectora, pocas veces he dejado un libro incompleto, porque por más absurda o aburrida que me parezca la historia, ¿qué tal que lo dejo de leer justo cuando se pone bueno el chisme? o ¿con qué elementos puedo recomendarle que lea o no determinado libro si yo no lo acabo?

Sin embargo, este libro sí me saco de quicio. En la página 30, ya le estaba diciendo a Anahí que desistía de leerlo (porque ella me lo prestó justo para que le diera mi visto bueno ya que contaba con opiniones encontradas sobre él), pero luego me acordé que no tenía otro libro más por leer, y cual si fuera manda, lo acabé.

Y pues ¿de qué trata el libro? Jenny Lawson, la escritora, es una mujer joven, casada y con una hija. Desde pequeña ha sufrido de trastornos mentales como ansiedad, depresión, trastorno de la personalidad por evitación (¡Sí, todo eso), y por si fuera poco, padece de artritis reumatoide, por lo que toda esta caja de monerías han afectado su calidad de vida.

Entonces en este libro, Jenny con un humor gringo muy característico, es decir, ese humor negro, lleno de sarcasmo, describe todos sus “issues” mentales, y pues no sé usted estimado lector, pero yo aguanto un chascarrillo, una que otra frase de ese tipo, pero toooodo el libro escrito de esa forma ¡NO GRACIAS! (Y eso que AMO EL SARCASMO).

Jenny asegura que todos sus pensamientos o formas de actuar son fruto de sus trastornos mentales y de los medicamentos que toma, pero por ejemplo, leer que en una noche de insomnio se le ocurrió montar un mapache disecado encima de uno de sus gatos para emular un rodeo, ¡ES MUY RARO!

Anécdotas de ese tipo, junto con teorías locas y reflexiones sin sentido son las que llenan el libro, y llegas a un punto donde piensas ¿Esto es verdad, o lo escribe sólo “por convivir” o por llamar la atención y vender más libros? Puede ser que su sarcasmo sea una forma de defensa antes sus problemas mentales, pero su abuso se vuelve tedioso y desesperante. De repente hay chispazos coherentes cuando se sincera sobre la forma en la que se siente ante tantos males que la acongojan, pero regresa a su camino sin sentido y dices: ¡SALE BYE!

Y ya que ahora sí cuento con todos los elementos necesarios al haber ACABADO EL LIBRO le puedo decir SIN TEMOR A EQUIVOCARME que:

¡N O     L O    L E A!

A menos que Ud. sufra también de problemas mentales y se sienta identificado.

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