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martes, 27 de agosto de 2019

“Nine Perfect Strangers” by Liane Moriarty



 Pues ya sabrá mi querido lector, que nos encontramos en la época donde lo “healthy”, “fit”, “wellness” está de moda. Y está bien, considerando que cada vez aumenta la población obesa y que eso representa un problema de salud pública que le está costando muy caro a la sociedad. Peeero, hay quienes se aprovechan de esa situación para lucrar y aprovecharse de todo incauto que ande en búsqueda de algo que transforme su vida…

Masha (sí, como la amiga de Oso), era una mujer de mediana edad, brillante, rusa, que había pedido asilo en Australia donde actualmente se encontraba radicando y laborando. Debido a su estilo de vida y a sus malos hábitos, sufre un infarto que la deja al borde de la muerte… literal vio la luuuuuuz, y esto hizo que cambiara radicalmente su vida. 10 años más tarde, lucía más delgada, más saludable, y dejó su trabajo godín para convertirse en dueña y directora de un centro de bienestar denominado “Tranquillum house”, el cual contaba con programas intensivos de diez días donde prometía cambiar la vida de las personas que se inscribieran en él.

En uno de estos programas, se inscribieron 9 incautos cuyo perfil era variado. Entre ellos destacaba la presencia de una escritora que estaba deprimida al ser embaucada recientemente por un pseudo novio a distancia, además de recibir una muy mala reseña de su último libro. También se encontraba una familia conformada por los padres y su hija universitaria, quienes seguían viviendo el duelo que les provocó el suicidio de su otro hijo hace tres años. Asimismo, había una pareja de recién casados que tuvo la “maldición” de sacarse la lotería. Un ex futbolista profesional. Un abogado. Un ama de casa divorciada. Aunque los objetivos específicos que buscaban en el centro de bienestar eran diferentes, en lo que coincidían es que no querían salir de la misma forma en la que entraron a Tranquillum house.

Los primeros 5 días del tratamiento consistía en realizar todas las actividades en absoluto silencio y sin tener contacto visual con los demás huéspedes. Además, una de las reglas es que no podían hacer uso de aparatos electrónicos, por lo que sus celulares, tabletas y demás dispositivos, eran incautados al inicio de su estancia. Esto provocó enojo en algunos de los visitantes, sin embargo, supuestamente esto les serviría para ayudarlos a reflexionar y a meditar sobre los cambios que querían en sus vidas y cómo alcanzarlos.

Lo que no esperaban, es que los métodos poco ortodoxos de Masha provocaran que sus más profundos miedos salieran a la luz, logrando ese cambio que tanto anhelaban pero no de la forma en que ellos lo esperaban…

El libro está “entretenido”, pero no me provocó nada más…

Mi calificación subjetiva:



jueves, 15 de agosto de 2019

“The other woman” by Sandie Jones



Y usted estimado lector ¿qué se imagina al leer el título del libro? Pues que la otra mujer, ha de ser de seguro una “bitch” que anda por ahí sonsacando al marido, novio, prometido, pareja ¡PERO NO ES ASÍ!

Emily es una chica promedio, que labora en una empresa de recursos humanos. Un día como cualquier otro, conoce en un bar a un chico apuesto llamado Adam que trabaja en el sector financiero de Londres. Comienzan a salir, y aunque llevan poco tiempo de conocerse, pareciera ese tipo de relaciones que fue creada en el “cielo” donde todo va viento en popa. Tan bien se llevan, que Adam decide invitar a Emily a conocer a su mamá: Pammie.

Durante la visita todo aparenta ir muy bien. Pammie como toda mamá orgullosa, enseña a Emily el clásico álbum de fotos de la infancia de Adam. Después de avergonzar un rato a su hijo, Pammie y Adam dejan por un momento sola a Emily, quien continúa viendo el álbum hasta encontrar una foto de Adam con una mujer muy bonita que aparentemente era su novia. Al acercarse al ver la foto, además encuentra un mensaje que dice: “Rebecca, te extraño todos los días” (WHAT??).

A partir de ese momento, Emily no puede dejar de pensar en la famosa Rebecca, ¿Por qué terminarían? ¿Hay razones para preocuparse? ¿Qué pasa si reaparece en la vida de Adam? y aunque trata de tocar el tema con su novio, no le logra sacar mucha información…

Llega Navidad y Emily está deseosa de pasar las fiestas con su familia, pero también quiere estar con Adam, así que deciden que ella comería en casa de sus papás y después visitaría a Adam y Pammie sólo para tomar un refrigerio. Emily se comunica con Pammie para comentarle el plan y para que no la contemplara para la comida.

Después de una comilona navideña suficiente para usar el pantalón de embarazo de Phoebe (jajajaja), Emily llega a la casa de Pammie para tomarse a lo mucho un té con galletitas y se sorprende cuando su “suegrita” le dice que la estaban esperando para comer y que se había pasado tooodo el día cocinando suculentos platillos. Emily intentó recordarle que “sólo iba por un refrigerio” pero no encontró el momento adecuado, además que no tuvo apoyo por parte de Adam, por lo que tuvo que “volver” a comer sólo para quedar bien ante la mirada inquisidora de Pammie.

Ahí fue cuando todo le quedó claro a Emily, “la otra mujer” en su relación no era Rebecca, sino su querida suegrita, quien aprovechando su papel de madre abnegada y a la que su hijo siempre le daría la razón, haría todo lo posible por interponerse entre ella y Adam…

Me gustó la historia y aunque al final existe el famoso “plot twist” que tanto me gusta, siento que su justificación es poco creíble…

Mi calificación subjetiva:

 


viernes, 9 de agosto de 2019

“Comprometida” por Elizabeth Gilbert

 


Este libro, es la segunda parte de la exitosa obra “Comer, rezar, amar”. Si usted ya leyó el libro, recordará que después de los viajes que hizo la protagonista y las vicisitudes que vivió, encontró el amor en un brasileño guapo llamado Felipe.

Todo iba como miel sobre hojuelas, ya que se dedicaban a viajar mientras su relación se fortalecía. Liz decidió rentar una casa en Philadelphia la cual se convertiría en su “base de operaciones” cuando regresaran de sus múltiples tours por el mundo. Felipe al no ser residente de los Estados Unidos, no podía permanecer más de 6 meses dentro del país, por lo que una vez cumplido ese plazo, tenía que irse.

En uno de esos viajes de regreso a EEUU, detuvieron a Felipe en el aeropuerto de Dallas, ya que sus continuos viajes de entrada y salida del país resultaban sospechosos, por lo que ya no era posible dejarlo entrar. El agente que lo detuvo le sugirió que una de las formas que más fácil encontraba para modificar su status legal era que se casara con una ciudadana norteamericana.

Esta solución que para otras parejas resultaba obvia y hasta alentadora, resultó un shock sobre todo para Liz, a quien el matrimonio sólo le había dejado un mal sabor de boca y por el que no quería volver a pasar EN LA VIDA. Pero, al no encontrar otra solución, decidieron casarse no sin antes pasar por una serie de trámites burocráticos que suponían muchos meses de espera, ya que el “bodorrio” debería ser autorizado por el gobierno de los Estados Unidos.

Conscientes de tal situación, la pareja decidió autoexiliarse en países asiáticos como Vietnam y Camboya. Mientras un abogado realizaba los trámites correspondientes para poder casarse, Liz decidió investigar sobre el matrimonio, su historia y los cambios que ha sufrido a lo largo de la historia de la humanidad. Esto como una forma de entretenerse pero también para encontrar razones que le ayudaran a aceptar que el matrimonio no es tan malo como ella cree.

En su investigación, pudo entrevistar a mujeres de las localidades donde se hospedaba y llegó a la conclusión que en muchas culturas, y contrario a lo que ella pensaba ¡el amor no era una razón suficiente para casarse! Simplemente se trataba de una etapa de la vida que hombres y mujeres aceptaban como “normal y fundamental” para que las actividades en su comunidad se llevaran a cabo en armonía.

También, descubriría que justo en ese tipo de matrimonios “por conveniencia” por así decirlo, el índice de divorcios o separaciones era muy bajo o casi nulo porque no había nada que cuestionar en esa unión. Así, conforme el amor y demás sentimientos afines se involucraran en una relación, la probabilidad de divorcio era mayor…

Y entonces, por 300 páginas, Elizabeth trata de buscar una justificación sólida para casarse con Felipe que le ayude a no tener miedo a un posible fracaso y a autoconvencerse que esa decisión puede ser la mejor de su vida…

Está ligero el libro y rápido de leer aunque me causa conflicto que deba escribir casi casi una tesis para justificar una decisión que, al menos creo yo, no debería incluir marco teórico, hipótesis ni conclusiones si del amor de su vida se trata…

Mi calificación subjetiva:



jueves, 1 de agosto de 2019

“Yo, Julia” por Santiago Posteguillo

 


No sé usted mi estimado lector, pero el tema del Imperio Romano creo que lo pasé de noche en la escuela. Sí estoy consciente del legado y poder que tuvo la cultura romana y que prevalece hasta nuestros tiempos, pero si me pregunta por nombres y épocas de cada emperador, me voy a quedar con cara de WHAAAAT??

Una vez confesada mi ignorancia, hablemos del tema que nos truje.

Julia, la protagonista del libro, es hija de un rey-sacerdote de Siria y está casada con Septimio Severo, gobernador de Panonia Superior (territorio que actualmente ocupan los países de Austria, Croacia, Hungría, Eslovenia, etc.). El relato comienza en el año 191 D.C., cuando el emperador de Roma era Cómodo, al cual, se le habían zafado uno que otro tornillo, ya que entre una de sus tantas locuras, se encontraban los espectáculos que organizaba donde él era el protagonista y cuyo principal atractivo era “enfrentarse” a pseudo gladiadores quienes realmente eran esclavos que contaban con alguna discapacidad física y a los que podía derrotar fácilmente. En ese mismo espectáculo, soltaban animales salvajes a los que el emperador podía matar “de lejitos” con su arco y flechas. En pocas palabras, la cuestión era “parecer” más fuerte y valiente de lo que realmente era ya que según él, casi casi era Hércules reencarnado.

La familia de Sepimio Severo (dícese Julia y sus hijos), así como las familias de los demás gobernadores, no podían salir de Roma porque era una manera de asegurar que éstos no quisieran traicionar al emperador.

Julia, tuvo la osadía de intentar salir de Roma en una ocasión en que se presentó un incendio importante en la ciudad y donde temió por su familia. Sin embargo, esto la puso en la mira de Cómodo, quien en uno de sus shows donde se dio cita toda la “crema y nata” del imperio romano, intentó matarla o al menos darle una lección.

El pueblo romano y sobre todo los guardias del imperio, estaban cada vez menos contentos con el emperador, por lo que hubo un “compló” para asesinarlo… el cual culminó exitosamente.

Una vez eliminado Cómodo, se designó a Pértinax como el nuevo emperador, sin embargo, su actuar y la falta de cumplimiento de sus promesas, hizo que la guardia nuevamente estuviera descontenta con él. Julia identificó los riesgos que podrían generarse ante esta situación y mandó un mensaje en clave a su esposo. Septimio consciente del peligro que corría su familia, decidió mandar a sus soldados más fieles para que ayudaran a salir de Roma a su esposa y sus hijos, ya que de continuar la situación actual, pronto se armaría una revuelta en la ciudad… cosa que sucedió.

A partir del reencuentro entre Julia y Septimio, ella se convirtió en su mayor activo y su mejor consejera, ya que la caracterizaban además de una belleza impactante, una mente brillante y un pensamiento estratega, los cuales ayudaron a que su esposo moviera las piezas a su favor hasta convertirse en el Emperador de Roma.

El libro me gustó, sobre todo por la forma en la que presentan las estrategias y demás alianzas que debían crearse entre los gobiernos para lograr el poder y el control de un imperio tan importante como el romano, aunque a veces siento que se perdía un poco el papel de quien en teoría es la protagonista del libro: JULIA.

Mi calificación subjetiva: