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martes, 18 de febrero de 2020

“El Club de la Buena Estrella” por Amy Tan




Este libro lo leí cuando estaba en la Universidad, o sea hace apenas algunos añitos… casi 20 (OMG!), y la verdad me encantó; también vi por esa época la película basada en el libro (que obviamente nunca se comparará con éste). Y aún así después de taaantos años, ha sido todo un deleite volverlo a leer.

Nuevamente las relaciones interpersonales y su complejidad se manifiestan ahora en esta obra, y es que no sé si usted opine lo mismo mi estimado lector, pero la relación madre/hija siempre es más complicada que entre madre/hijo, puede ser porque se aplique el principio de “los polos iguales se repelen” o que como mamá esperemos ver nuestros sueños frustrados vueltos realidad a través de nuestras hijas… vaya a usted a saber.

El Club de la Buena Estrella se autodenominaba un grupo de mujeres oriundas de China que residían en San Francisco, California. Con frecuencia se reunían a cenar, jugar mahjong y a ponerse al corriente con sus vidas, en pocas palabras, a echar el chal. Esta última sesión era bastante significativa ya que Suyuan Woo, a quien se le había ocurrido la idea de conformar el club, había fallecido recientemente, por lo que se le extendió la invitación a su hija June para que ocupara su lugar. June se presentó a la reunión un tanto temerosa, porque si bien sabía de la existencia de las tertulias, en su cabeza tenía la idea que sus “tías” y su mamá conformaban un tipo de secta como el Ku Klux Klan jajajaja, aunque la verdad era otra: los matrimonios, porque también los esposos acudían, leían la minuta de la reunión anterior donde agradecían la cena o los platillos preparados por la anfitriona y discutían sobre el comportamiento de las inversiones de sus recursos, ya que anteriormente apostaban dinero cuando jugaban al mahjong, pero cuando se dieron cuenta que ganaban siempre los mismos, decidieron ese dinero mejor invertirlo en valores, por lo que uno de los puntos a tratar era conocer si habían obtenido ganancias o pérdidas con las decisiones que habían tomado.

June ya instalada en la esquina que le correspondía y lista para jugar, se dio cuenta que el mahjong era puuuro pretexto para que las tías comentaran sobre los triunfos o fracasos de sus hijos, así que aprovechando la ocasión, le comentaron que el principal motivo para invitarla a la reunión era para contarle sobre el descubrimiento reciente que habían hecho y que involucraba a su mamá. Resulta que Suyuan se había casado cuando vivía en China y además había tenido a unas gemelas, sin embargo y debido a la invasión japonesa, tuvo que huir sólo con unas cuantas pertenencias y sus bebés a cuestas, ya que su marido al ser militar, se encontraba en otro lugar ocupándose de asuntos oficiales. Cuando las piernas y el cansancio ya no le daban para más, decidió dejar a sus hijas junto con una carta y algo de dinero, donde explicaba que cuando las cosas mejoraran, llevaran a las niñas a determinada dirección, esperando así que alguien las encontrara y las cuidara en lo que ella buscaba ayuda. Sin embargo, desfalleció en el camino y fue llevada al hospital. Ahí se enteró que su esposo estaba muerto, y cuando se recuperó e intentó buscar a sus hijas, no las encontró. Peeero, siempre tuvo la esperanza de hallarlas, por lo que aunque se hubiese casado nuevamente y emigrado a Estados Unidos, mantenía contacto con personas en China tratando de hallar a las gemelas. La buena noticia es que por fin las encontraron. La mala, es que Suyuan nunca se enteró de ello, ya que la carta donde le notificaban la buena nueva llegó después que ella había fallecido. Así que todo el Club de la Buena Estrella había reunido sus ahorros para que June viajara a China a conocer a sus hermanas y poder contarles sobre su mamá.

June estaba en shock, primero por la noticia de sus hermanas, y segundo porque ¿qué les iba a contar sobre su mamá? ¿realmente llegó a conocerla? Siempre se había considerado una hija rebelde, porque aunque su mamá tenía altas expectativas sobre lo que podía alcanzar en su vida, pareciera que ella se empeñaba sólo por contradecirla, en convertirse en una mediocre profesional…

Así, el libro narra la historia de las 4 mujeres originarias de China y de su vida antes de migrar hacia Estados Unidos, y se intercala con el relato de sus hijas quienes al haber nacido en territorio americano, crecen con un contraste cultural que a veces les es difícil asimilar.

Esta obra definitivamente es una joya, ya que como mencionaba al principio, si de por sí la relación mamá/hija es difícil, ahora añádale el choque oriente/occidente para hacer más compleja la ecuación…

Es un libro que me gusta mucho, y creo que deja como enseñanza que si bien como seres humanos evolucionamos (en la mayoría de los casos), nuestro origen, nuestras tradiciones, nuestras bases, siempre estarán presentes en nuestras vidas y en las decisiones que tomamos… para bien o para mal.

Mi calificación subjetiva:



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