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lunes, 8 de julio de 2019

“La chica de Nieve” por Javier Castillo

 


Recientemente leí la noticia de unos padres en China que se reencontraron con su hijo quien había desaparecido hace 32 años cuando fue secuestrado. Lo bonito de esta historia es que aunque hubiesen pasado tantos años, sus papás nunca dejaron de buscarlo, y en ese intento imprimieron más de 100,000 volantes, salieron en muchos medios de comunicación y hasta se unieron a asociaciones dedicadas a buscar a niños perdidos y ayudaron a encontrar a varios. Gracias a la tecnología que recreó el rostro del niño ya de adulto y a denuncias sobre la compra de un niño hace años es como dieron con su hijo perdido. ¿Se imagina eso mi estimado lector? ¿Que nunca perdieran la fe y la esperanza los papás de encontrar a su hijo aunque las circunstancias no fueran favorables? Y pues la verdad es que (toco madera), si a mí me pasara eso como mamá hubiera hecho exactamente lo mismo, porque mientras haya vida, hay esperanza… y de eso trata este libro.

Aaron y Grace Templeton decidieron llevar a su hija Kiera al famoso desfile del “Día de Acción de Gracias” en NY. Todo era diversión, hasta que Kiera quiso ir por un globo que estaba regalando una persona vestida tipo “Mary Poppins”, aunque debido a la gran cantidad de gente ahí reunida, fue un poco complicado desplazarse hasta donde ella se encontraba.  Justo cuando Aaron trataba de solicitar un globo, soltó a Kiera de las manos por un segundo… y la perdió de vista. Trató de buscarla pero entre tantas personas fue en vano. Grace al enterarse de lo sucedido se desvaneció no sólo por el impacto de la noticia, sino porque además estaba embarazada por lo que tuvo que ser trasladada al hospital. Se solicitó la ayuda de la policía quien inmediatamente comenzó su búsqueda por calles aledañas sin éxito. Poco después se encontró en una tienda cercana la ropa de la niña y cabello recién cortado, por lo que sospechaban que podría tratarse de un secuestro, así que esperaron que llamaran a la familia solicitando un rescate… pero nadie llamó.

Miren Triggs era una estudiante de periodismo en la universidad de Columbia. Al enterarse por las noticias sobre el caso de Kiera, decidió investigar más al respecto y gracias a la asesoría de uno de sus profesores, obtuvo información que ayudó a dejar en libertad a un presunto sospechoso que había sido arrestado por supuestamente estar involucrado en el secuestro de Kiera.

Como se imaginarán, la desaparición de Kiera Templeton salió hasta en la sopa. Todo el país sabía que se había extraviado y permanecían atentos a las novedades del caso, pero como sucede frecuentemente, conforme los días pasaban y no surgía nueva información sobre el paradero de Kiera, a los medios y a las personas dejó de importarles.

Por alguna razón, Miren se involucró de manera personal en este caso y al igual que los papás de Kiera, aunque los años pasaran, mantuvo la llama de la esperanza encendida aunque no hubiera novedades al respecto… hasta que un día, encontraron Aaron y Grace en su buzón una cinta de video con una grabación de su hija jugando en una habitación…

El libro es “palomero”, sirve para pasar el rato y hasta ahí.

Mi calificación subjetiva:



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