Fondo

miércoles, 11 de diciembre de 2019

“One day in December” by Josie Silver



Snif, snif, disculpe usted mi estimado lector pero sigo llorando al terminar de leer este libro, y si a eso le añadimos que acabo de ver la serie “Modern Love”… no bueeeno, ando sensible.

Y es que este libro te hace reflexionar sobre la famosa frase “meant to be”, o “la fuerza del destino” como bien lo describe Mecano en su canción. ¿Qué tanto de nuestras decisiones nos acercan o alejan del amor de nuestra vida? o ¿Realmente no importa lo que hagamos, al final como dirían en mi pueblo “Si algo es para ti, aunque te quites, y si no, aunque te pongas”?

Imagínese la escena: Londres en Diciembre (frío pero hermoso). Laurie, una chica veinteañera sale de su trabajo y se dirige a su casa como todos los días en autobús. Hora pico, salida godín, autobús lleno, oliendo a “humanidad” ¡ewww! Laurie no ve la hora en la que por fin pueda llegar a su destino. En eso, en una parada de autobús ve a un chico bastante guapo, así justo como se lo recetó el doctor. Ella espera que se suba al camión, pero aparentemente no es su ruta. En esos pocos segundos que pasan, piensa si sería una buena idea bajarse y aplicar la técnica de Carly Rae Jepsen y decirle “Here’s my number, so call me maybe”, pero antes que pueda tomar una decisión, el autobús arranca y sólo se le ocurre mandarle un beso a su “crush”…

Laurie vive con su amiga Sarah,  a la que le cuenta el momento cómico/mágico/musical que acaba de tener y como si fuera cuestión de vida o muerte deciden buscar al chico misterioso del autobús así sea lo último que hagan. Los siguientes meses acuden a bares, restaurantes, etc. a ver si de puuura casualidad lo encuentran (Ja, me suena conocido).

Casi un año ha transcurrido desde ese encuentro mágico y siguen sin localizar al chico del autobús, por lo que Sarah viendo un tanto cuanto imposible que se cumpla su misión, decide mejor servir de cupido entre Laurie y un compañero de su trabajo, es más, aprovechará una fiesta que están organizando para hacerlo y además le presentará a su nuevo galán con el que lleva unas semanas saliendo.

Y bueno, como sabemos que la vida tiene un sentido del humor bastante negro, resulta que el nuevo novio de Sarah es… ¡¡¡el chico del autobús!!!! (que por cierto se llama Jack).

A Laurie casi se le va el alma al cielo cuando se da cuenta de la terrible coincidencia, ¿Por qué habiendo tantos hombres en este mundo, tenía que ser el chico del autobús el nuevo novio de Sarah? Laurie no dice nada al ver que por parte de Jack tampoco hay una reacción al conocerla. Obviamente sólo ella se inventó una potencial historia de amor en su cabeza, sin tener en cuenta que faltaba que la otra parte estuviera de acuerdo, además, no podía hacerle una mala jugada a su mejor amiga, así que decide callar.

Y así, Laurie finge. Finge que no sufre al ver cómo se desarrolla la relación entre Jack y Sarah. Finge que no conoció a Jack antes de esa noche. Finge ser feliz…

¿Tendrá esta historia un final feliz? ¿Por qué a la Ley de Murphy le gusta manifestarse a veces de maneras tan extrañas?

Si lo cursi es lo suyo, este libro definitivamente DEBE LEERLO ¡Ya!

Mi calificación subjetiva:



No hay comentarios:

Publicar un comentario