Fondo

martes, 3 de marzo de 2020

“Any dream will do” by Debbie Macomber



¿Se acuerda mi querido lector que le he mencionado en otras ocasiones que a veces elijo los libros que voy a leer sólo por la portada (sí, lo sé, nada racional de mi parte)? pues así elegí éste, sólo porque me gustó la foto que aparece en él, y bueno, el título también me inspiró… aunque la historia, pues… mmm…

Shay es una chica que trata de salir adelante dejando atrás un pasado un tanto tormentoso, primero al sufrir violencia y maltrato en su casa por parte de su papá, y después por parte de su novio delincuente y drogadicto que afortunadamente ya se encuentra preso.

Tratando de reconstruir su vida, Shay entra a trabajar a un banco y piensa en todo el mundo de posibilidades que se abriría ante ella. Peeero, resulta que su hermano Caden, que también es un delincuencillo la contacta para pedirle 5,000 USD, y le ruega que le ayude ya que si no consigue ese dinero lo matarán. Shay le contesta que no cuenta con esa cantidad, pero como Caden sabe dónde trabaja, le dice que puede “pedir prestado” ese dinero al banco y que él en unos días se lo devolvería y nadie se daría cuenta. Aunque Shay sabía que era una mala idea, también temía por la vida de su hermano, por lo que “tomó prestado” el dinero del banco ¿Y qué creen? pues que ya no supo nada de Caden y la metieron a la cárcel (¡No podía saberse!)

3 años permanece presa y cuando por fin sale de la cárcel, se encuentra con que no tiene dinero, ni amigos, ni un lugar a dónde llegar. El camión que la traslada desde la prisión a Seattle, la deja justo enfrente de una iglesia. En esa época del año, el frío en la ciudad es bastante extremo, por lo que decide entrar a la iglesia en lo que piensa en las alternativas que puede tomar.

Ahí adentro, se encuentra con el pastor Drew, quien hacía unos años se había quedado viudo y quien desde ese entonces había perdido la ilusión por muchas cosas, llegando incluso a afectar la relación con su comunidad. Drew se percata de la presencia de Shay y se acerca para ofrecerle su ayuda. Ella le explica su situación actual y el pastor la lleva a un “Centro comunitario” el cual estaba dirigido por un amigo suyo. El objetivo de este centro es tratar de rehabilitar física y mentalmente a las personas que ingresan en él, de manera que cuando terminen su programa y se “gradúen” puedan conseguir un trabajo y subsistir por su cuenta.

Shay es aceptada en el centro y durante los meses que permanece en él, tiene la oportunidad de conocer y convivir un poco más con Drew y sus hijos Mark y Sarah.

Así, el libro narra el camino que debe recorrer Shay para tratar de retomar el “buen camino”, ganarse la credibilidad de los demás y lidiar con lo que está comenzando a sentir por Drew…

El libro no está mal, pero el trasfondo religioso no me fascinó y definitivamente no hubiera sido mi elección si hubiera investigado un poco más de la historia que trataba.

Mi calificación subjetiva:



No hay comentarios:

Publicar un comentario