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viernes, 11 de septiembre de 2020

“El enigma de la habitación 622” por Joël Dicker

 


¡Ah cómo me gusta Joël Dicker! Y no sólo cómo escribe, sino que el muchacho feo no es jejejeje. Si recordará, amable lector, su libro “La verdad sobre el caso Harry Quebert” es el ÚNICO que ha alcanzado en mi escala subjetiva, una calificación de 6 estrellas, colocándolo en el TOP TOP TOP TOP de mis lecturas, y curiosamente tanto ese libro como éste los tengo sólo en versión electrónica, por lo que necesito comprarlos en físico para incluirlos en mi mini biblioteca (y por cierto ya viene mi cumpleaños y ese sería un buen regalo jejeje).

Y pues bueno, entrando al tema que nos reúne en esta reseña, le cuento… este libro cuenta la aventura del propio Joël Dicker tratando de resolver el misterio de un asesinato perpetrado en un hotel lujoso localizado en los Alpes Suizos, donde él decidió tomarse un descanso que le permitiera despejar su mente y escribir… este libro.

Todo comenzó cuando al llegar a la habitación que le asignaron, la 623, se dio cuenta que junto no se encontraba, como uno esperaba, la habitación 622, sino que se localizaba la 621-bis, WHAT??? Joël trató de averiguar la razón de tal peculiaridad, pero el personal sólo le respondía con evasivas o respuestas absurdas.

Disfrutando de sus primeros días de descanso en el hotel, Joël conoció a Scarlett, quien se hospedaba en la habitación 621-bis, y a quien también le había intrigado tal numeración. Scarlett decidió investigar un poco más y se enteró que años atrás se había cometido un asesinato en la habitación 622 y por si fuera poco, nunca había sido resuelto… por lo que le propuso a Joël que investigaran al respecto, y de paso, eso le permitiría contar con una buena historia para su libro. Joël lo que quería era descansar, pero se terminó por contagiar con el entusiasmo de su vecina y comenzaron a investigar.

Resulta que una de las personas que protagonizaron tal incidente en el hotel, era ni más ni menos que uno de los más prestigiosos banqueros de Suiza: Macaire Ebezner. Todo el drama comenzó años atrás cuando su padre y el entonces director y principal accionista del banco Ebezner, Abel, por algún hecho que no queda claro, se enojó con su hijo y decidió que su no ocupara el cargo de Director de forma directa, siguiendo así la tradición de “Sólo un Ebezner puede dirigir el banco Ebezner”, sino que ahora el Consejo del Banco sería el encargado de elegir al próximo Director.

Unos días antes de la elección y cuando todo apuntaba a que Macaire sería el nuevo Director, corrió el rumor que el Consejo estaba decidiendo entre él y Lev Levovitch, quien aunque no pertenecía a una familia adinerada de banqueros, era muy respetado en el sector por sus decisiones y consejos acertados hacia sus clientes.

Toda esta intriga por la elección del nuevo director, la había orquestado un personaje nada agradable pero con bastante poder en el Consejo del Banco: Sinior Tarnagol, quien era un misterioso hombre que había salido de la nada y que llegó de buenas a primeras a querer comprar el banco Ebezner, y aunque no lo logró, hizo que Macaire le cediera sus acciones por razones que nadie entendía.

La noche del asesinato, se llevaba a cabo en el hotel el “Gran fin de semana Anual” del banco Ebezner, que tradicionalmente se organizaba en Diciembre a modo de “descanso y relajación” para el personal, y que culminaba con un baile de gala el cual era aprovechado para hacer anuncios oficiales, y en donde se nombraría al nuevo director.

Joël junto con Scarlett, pudieron resolver el misterio de la habitación 622 reafirmando el viejo dicho de “No todo es lo que parece”…

Me gustó el libro, está lleno de intriga, acción, drama y giros inesperados, aunque hay ciertos elementos inverosímiles para mi gusto, que son los que hicieron que no le otorgara una mayor calificación, aunque 5 estrellas creo que no son nada despreciables.

Mi calificación subjetiva:



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