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jueves, 27 de junio de 2019

“La desaparición de Stephanie Mailer” por Jöel Dicker



 ¡Qué difícil como escritor o cualquier artista en general, es crear una obra, canción o pieza literaria taaan bueno como aquél que te lanzó a la fama! Como usted sabrá mi querido lector, “La verdad sobre el caso Harry Quebert” ha sido el único libro que ha alcanzado 6 estrellas en mi escala subjetiva, por lo que superarlo definitivamente requiere de otra obra maestra (en mi humilde opinión)… y este libro no lo logró.

Jesse Rosenberg, es un detective de policía que decide retirarse aún cuando se encuentra en la plenitud de su vida. Durante una pequeña recepción que le organiza el cuerpo policíaco previo a su retiro oficial, conoce a Stephanie Mailer, una periodista que lo encara diciéndole que se había equivocado en el caso más importante que tuvo Jesse hace 20 años, ya que había obviado algunas pistas, por lo que si quería saber un poco más al respecto, le dejaba su tarjeta con sus datos para que se comunicara con ella.

Jesse se inquieta ante tal situación, ya que estaba seguro que ese caso estaba más que blindado con respecto al hallazgo del culpable, por lo que enterarse que se había equivocado unos días antes que se retirara, parecía una mala broma del destino.

Hace 20 años en Orphea, un pequeño pueblo de los Hamptons, se organizó el primer festival teatral. En el día de su inauguración, 4 personas fueron asesinadas: el alcalde Gordon, junto con su esposa y su hijo y Meghan Paladin, una muchacha que al parecer pasaba por la casa del alcalde en el momento equivocado. Jesse junto con otro policía, Derek Scott, fueron los designados para investigar dicho caso, y aunque les costó un poco de tiempo, finalmente lo esclarecieron.

Jesse sigue dándole vueltas al asunto porque ¿cómo se va a retirar si el culpable de un cuádruple asesinato sigue suelto? Para reforzar su preocupación, el departamento de policía recibe una alerta informando sobre la posible desaparición de Stephanie Mailer.

Jesse por lo tanto se traslada a Orphea para investigar el paradero de la periodista, por lo que se entrevista con sus papás y su jefe, los cuales coinciden en que si bien, Stephanie acostumbra a salir de viaje, no transcurren tantos días sin tener noticias de ella. El acabose se da cuando el periódico donde laboraba Stephanie, es allanado y la computadora que usaba es robada, y para acabarla de amolar… ¡Su departamento es incendiado!

Tristemente después de unos días de desaparecida, encuentran a Stephanie muerta, por lo que Jesse decide atrasar su retiro del cuerpo policíaco e investigar qué es lo que la periodista había encontrado sobre los asesinatos de hace 20 años que hicieron que sospechara sobre la identidad del verdadero culpable y que la llevaron hasta su propia muerte…

Como sucedió en “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, se entremezclan muchas historias y la lista de posibles culpables casi casi es la misma que el número de personajes que aparecen en el libro, por lo que por lo menos yo, no descubrí quién era el culpable.

Como comentaba al principio, aunque este libro no alcanzó las 6 estrellas como “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, no significa que no me haya gustado, sólo que la fórmula se me hizo similar a “La verdad…” y por lo tanto, ya no me sorprendió tanto enredo en la trama.

Mi calificación subjetiva:



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